EL MUNDO DE EDMUNDO

- Sería efectivo para que la gente tuviera claras las fechas históricas poniendo nombre a los fines de semana largos existentes. ¿Para qué cambiar las fechas?.

Por Edmundo Crespo
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La imagen puede contener: una o varias personas y primer planoAnte la inminente cancelación de los fines de semana largos por parte de nuestro líder Andrés Manuel López Obrador, surgió de los empresarios una propuesta por demás creativa, de esas que uno dice: "si era tan obvio, porqué no se nos ocurrió antes".

Recuerdo que en mis primeros años en el periodismo, cada que se convocaba a un junta en la sección Negocios para hacer algún nuevo producto editorial, un apreciado colega (hoy doctor en Economía) decía: "antes de la lluvia de ideas, hay una tormenta de ocurrencias, dí todo lo que piensas".

Bajo esa premisa, creo que la propuesta de nuestro líder cae en la primera etapa del proceso, el de las ocurrencias.

Pero también es cierto que, en este caso, su diagnóstico es correcto; aunque no tengamos los mismos datos, muchos niños (y los adultos más) no saben qué se celebra el 5 de febrero, el 21 de marzo y el 20 de noviembre.

El pasado viernes José Manuel López Campos, presidente de la Confederación de Cámaras Nacionales de Comercio, Servicios y Turismo (Concanaco Servytur), dijo que una de las propuestas del sector turístico para mantener los fines de semana largos es que estos lleven el nombre de la conmemoración.

Planteó que éstos podrían llamarse, por ejemplo, "el fin de semana de la Revolución, del Benemérito de las Américas, de la Constitución, entre otros, lo cual abonaría al fortalecimiento de la memoria histórica".

Imagine usted la cantidad de publicidad que se ha destinado en años anteriores para atraer a los consumidores al Buen Fin, que coincide intencionalmente con el fin de semana largo de noviembre, que ahora dijera: "Aprovecha las ofertas revolucionarias del Buen Fin", "Revoluciónate y aprovecha el Buen Fin Revolucionario", etc...

Así como el primero fin de semana de febrero, que en 6 de 7 ocasiones coincide con el Super Tazón de la NFL, la publicidad diría: "Aprovecha este Fin de la Constitución para disfrutar el Super Tazón en el mejor ambiente".

Y en el tercer fin de marzo, sería el “Spring Weekend”, perdón, eso me pasa por no ser juarista, el Fin de Semana de Juárez.

Considero, sin duda, que sería efectivo para que la gente tuviera claras las fechas históricas que se celebran en esos días.

Como bien lo comentó López Campos, esto debe estar acompañado de intensas campañas de difusión para promover los valores cívicos, que pueden hacerse en tiempos oficiales.

Y la inclusión en los programas educativos para que estén en la memoria de los estudiantes desde su infancia al pasar por las aulas.

Y para cerrar el círculo, en la semana que se celebre la fecha en todas las escuelas se deben realizar actividades relacionadas al hecho histórico.

Aunque puede ser una muy buena idea, por desgracia, cada vez más gente piensa que nuestro líder no es de los que cambian de opinión, pero no pierdo la esperanza de que en algún momento comience a ser un verdadero líder y sepa escuchar a los que, como él, buscan lo mejor para México.

Pero más allá de lo que haga nuestro líder, desafortunadamente pareciera que cuando pone a su gabinete a analizar las alternativas para sacar adelante una ocurrencia suya, su equipo trabaja bajo una premisa muy común en muchos lados: cuando tu jefe o patrón te pide analizar una propuesta de él o ella, "no le digan por qué no, díganle cómo sí".

¡Hasta la próxima semana!

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- ¿Reforma de vanguardia o parto de los montes?.

- Terminó la consulta para la nueva ley electoral. Más de 60 propuestas.

A través de cinco foros regionales y varias mesas de trabajo con especialistas nuestros diputados locales lograron recoger diversas propuestas necesarias y significativas para reformar la actual ley electoral del estado. Fue un ejercicio de parlamento abierto que propició una interacción plural entre ciudadanos y el poder legislativo.

Los legisladores han hecho un buen esfuerzo para dar la impresión de que están tomando en cuenta la opinión de los ciudadanos, los partidos políticos y los expertos.

Los parlamentarios cuentan ahora con aportaciones que pueden enriquecer y legitimar una reforma electoral profunda y de perfil democrático.

Pero no hay que echar las campanas al vuelo. Podríamos estar frente a un ejercicio de simulación en el que al final del día nuestros legisladores acaben aprobando una ley electoral que proteja preferentemente los intereses de las élites que dominan la competencia por el poder.

Nuestros representantes populares tienen dos opciones: 1. Convertirse en los parteros de una transformación legislativa en la que “todo cambie para que todo siga igual” o bien, 2. Convertirse en reformadores de nuestra imperfecta democracia.

No hay que olvidar que en el congreso del estado conviven grandes dinosaurios adictos a las prácticas antidemocráticas con políticos comprometidos con los valores de la democracia.

Para sacar adelante la futura ley electoral se enfrentaran en una batalla feroz aquellos que quieren seguir manteniendo privilegios contra los que quieren levantar la bandera del cambio. Los conservadores quieren una reforma cosmética y los que se dicen demócratas ambicionan aprobar una ley de vanguardia.

Así que está por verse si lo que aprobarán los diputados honra y recupera la recia tradición democrática que en otros tiempos mostraron los insurrectos potosinos o si lo que veremos es un parto de los montes*(1).

Para que realmente podamos calificar como una legislación de vanguardia a la futura ley electoral los diputados y diputadas del congreso local están obligados a dictaminar una iniciativa que garantice la vigencia de los principios rectores de la materia electoral - certeza, legalidad, independencia, imparcialidad y objetividad-. Pero además deberán pulir algunos temas como la participación de candidatos independientes a los que actualmente se les ponen mil trabas, hacer obligatoria la inclusión de la representación política de los pueblos y comunidades indígenas y de las personas con discapacidad; debatir si disminuyen o mantienen el número de diputados plurinominales que hoy existen; crear nuevos distritos electorales; incrementar de 3 a 5% la exigencia de votos necesarios para que los partidos puedan conservar su registro y para que puedan tener derecho al reparto de diputaciones plurinominales y al financiamiento público.

Urge también que se regule con rigor la conducta de las empresas que se dedican a elaborar encuestas ya que algunas son poco serias, no utilizan metodologías científicas en su diseño, aplicación e interpretación de resultados. Reportan puras falsedades que solo buscan inflar el ego de los aspirantes a un cargo de elección popular e incrementar artificialmente sus posibilidades de éxito; estas encuestas “patito” manipulan tramposamente la percepción de los electores provocando confusión y engaño.

Muchos esperamos que nuestros diputados y diputadas se reivindiquen ante la sociedad aprobando una ley electoral de avanzada.

Nota. *(1) El parto de los montes.- “Esta fábula, muy breve, relata cómo los montes dan terribles signos de estar a punto de dar a luz, infundiendo pánico a quienes los escuchan. Sin embargo, después de señales tan asombrosas, los montes paren un pequeño ratón. La fábula, y la expresión "el parto de los montes", se refieren por lo tanto a aquellos acontecimientos que se anuncian como algo mucho más grande o importante de lo que realmente terminan siendo” (Tomado de Wikipedia).

- “Yo soy yo y mis circunstancias”. José Ortega y Gasset.

En política suele ocurrir que la suerte se convierte en una variable inesperada que muchas veces decide el éxito o fracaso de un proyecto personal.

Cuando la fortuna, entendida como una serie de hechos que se encadenan de modo accidental se entromete en los planes de un político puede colocarlo repentinamente en la cumbre del éxito o derrumbar estrepitosamente sus sueños.

Esto es lo que está ocurriéndole a Gabino Morales Mendoza, el superdelegado del gobierno federal en San Luis Potosí. Su aspiración de ser candidato a gobernador empieza a naufragar debido a que diputados federales de todos los partidos, incluidos los de Morena, impulsan una ley para evitar que los súperdelegados puedan ser candidatos a gobernador.

La propuesta fue presentada hace unos días por la diputada Claudia Yáñez Centeno, de Morena.

En el proyecto de ley se plantea que en caso de que estos funcionarios quieran ser candidatos a gobernador podrán serlo solo si se separan del cargo tres años antes de la elección y 1 año antes, si aspiran a una senaduría, diputación federal, local o alcaldía.

La iniciativa plantea reformar los artículos 69, 74, 78, 89 y 108 de la Constitución General de la
República y fue suscrita por 70 legisladores pertenecientes a Morena, PAN, PRD, PRI y PT.
Los días felices.

Hagamos un poco de historia.
En 2018 la diosa fortuna le sonrió a Gabino Morales cuando Andrés Manuel López Obrador llega a la presidencia de la república.

En diciembre de aquel año fue invitado a trabajar como Coordinador Estatal de Programas Integrales del Desarrollo, cargo de enorme importancia que concentra poder de decisión y miles de millones de pesos en presupuesto para repartir a manos llenas.

Por la relevancia del puesto a este funcionario se le considera una especie de vice gobernador.

Si el presidente López Obrador otorgo su confianza a Gabino fue porque el joven político se la jugó desde un principio con el primer mandatario.

Su nombramiento fue un premio a su lealtad y trabajo.

Morales Mendoza ha tenido el talento, valor, inteligencia, capacidad, abnegación y disciplina para comprometerse con López Obrador en el proyecto de la Cuarta Transformación.

Estas cualidades y méritos le son reconocidos por el presidente de la república que en varias ocasiones ha dado testimonio público de que Gabino está en sus afectos y en sus proyectos de futuro.

No obstante, como hemos dicho al principio, las aleatorias circunstancias también juegan.

Una fatal combinación de grillas internas en Morena contra los súperdelegados, sumada a las fuertes presiones de los partidos de oposición para combatir el clientelismo político, ha provocado que los diputados federales acuerden promover una ley que impida a estos funcionarios utilizar los programas sociales para conseguir clientelas políticas que luego les sirvan como plataformas de lanzamiento a una candidatura.

Con el impecable argumento de que esta iniciativa busca garantizar la equidad en la competencia electoral del próximo año, los legisladores de todos los partidos están a punto de enterrar las aspiraciones políticas de los súperdelegados.

Hay otros aspirantes.

Los amigos y promotores de Gabino tendrán que optar por un Plan B.
Hay otros aspirantes que tienen posibilidades de quedarse con la candidatura de Morena a la gubernatura.

Aún no está decidido quién será el bueno. Hay muchos interesados. Algunos son aspirantes muy fuertes con trayectorias sólidas, pero otros, francamente son oportunistas e ilusos.

En todo caso quienes quieran la candidatura no deben olvidar que el azar (la suerte o fortuna) cuenta a la hora de las definiciones. También deben recordar la enseñanza que Maquiavelo nos dejó hace ya muchos años: que “la fortuna favorece a los audaces”.

Así que el que quiera ganar la candidatura no debe andar con titubeos.

Las reglas del juego han cambiado. Ahora es una verdad sabida que “el que no se mueve no sale en la foto”.

EL MUNDO DE EDMUNDO

@Edmundo_Crespo_
www.mobilnews.mx

Aunque el presidente espera obtener recursos para la salud de los más pobres, al hacer cuentas de la rifa la realidad es otra.

Todo apunta a que algo que habría sido una buena ocurrencia para el día de los inocentes, esta semana serà una realidad que, sin duda, pondrà a nuestro creativo Presidente a la cabeza de la historia de las ocurrencias: Rifar el avión presidencial.

Dejando de lado si es o no algo sensato, hagamos algunas cuentas.

Como en todas las ideas del Presidente Andrés Manuel López Obrador, èl tiene otros datos; en estos, no se incluyen todos los costos directos y menos los efectos colaterales.

Primer gasto: el diseño, la impresión y la distribución de los boletos los asumirá la Loteria Nacional, es decir, se desviarán recursos o habrá una contraprestación de Banobras (dueño del avión) hacia el organismo.

Segundo gasto: De entrada, AMLO asume que la rifa sería un éxito total, algo que por el nivel del precio de cada cachito y el número de boletos se ve complicado, aunque no imposible.

Para obtener èxito en la empresa de vender todos los boletos en condiciones normales, se deberían destinar enormes recursos a la publicidad, pero no importa: será gratis, en sus concurridas mañaneras harà promoción un día sì y otro también, los medios serán rehenes y le darán la publicidad gratuita.

El costo de publicidad será cero para Banobras (dueño del avión) ya que no le pagará ni al gobierno ni a AMLO por el tiempo destinado por el Ejecutivo para la campaña publicitaria.

Asunto resuelto, costo de publicidad cero, para eso se le paga un salario al Presidente: para andar de “billetero”.

Si logra el primer cometido de vender todos los boletos, la “coperacha” para pagar el avión tendría 3 mil millones de pesos libres de costos de publicidad, diseño del boleto, impresión y distribución.

La Lotería Nacional vendería la tercera parte de los boletos, el equivalente a mil millones de pesos; por contrato, les debe de pagar 10 por ciento a todos los billeteros, esa es la comisión que se paga en cualquier tipo de sorteo. Cien millones menos, quedan 2 mil 900 millones de pesos.

¿SERÁN DEDUCIBLES LOS "CACHITOS"?

Los otros 2 mil millones de pesos se les venderían a las empresas para sus empleados, parecería que aquí no habría ningùn costo aunque de entrada alguien tendría que encargarse de entregarlos y cobrar, pero por desgracia esa será una de las tantas cosas que nunca se sabrán del actual Gobierno, pese a su transparencia.

Pero más allá de eso, me surgió la pregunta si esta "inversión" de 2 mil millones de pesos la van a absorber los empresarios o habrà la posibilidad de deducir fiscalmente el gasto.

Consultè a dos prestigiados fiscalistas sobre la deducibilidad que podrían hacer las empresas de los cachitos que compren para sus empleados y me dieron dos versiones completamente contrastantes.

"No es un donativo en ningún caso. Puesto que se puede obtener algo a cambio. Es deducible siempre y cuando se compren para todos los empleados, es decir, sea general el gasto", èsta fue la respuesta del que ha visto temas fiscales y laborales en su actividad profesional.

El otro fue contundente: "No los pueden meter a sus gastos fiscales por no ser indispensables para el desarrollo de su actividad".}

No quise meterme en mas detalles sobre la deducibilidad de la aportación a la “coperacha” para el avión, pero si la rifa es el 3 de mayo y en esos días se celebran el Día del Niño y el Día de las Madres, si a las empresas les da por rifar en sus festejos los boletos de las rifas, ¿serían deducibles?

Para no quedar mal con ninguno de los dos, y asumiendo que sin lugar a dudas van a buscar hacer deducible el gasto, considerarè como costo que sòlo la mitad 1 mil millones de pesos acaban siendo deducibles para las empresas.

Por esta razón, Hacienda dejaría de recibir el 34 por ciento de estos recursos por la vía del ISR, algo así como 340 millones de pesos. ¡Ah!, no es un costo para Banobras, sino para el Gobierno que recaudará menos impuestos.

Banobras sigue con sus 2 mil 900 millones de pesos. Y el Gobierno con 340 millones menos, debidamente contabilizados en su recaudación.

EL DÍA DE LA RIFA

Llega el 3 de mayo y es un éxito la “coperacha”. Primero hay que cancelar el arrendamiento, que de acuerdo a lo dicho por Jorge Mendoza Sánchez, director de Banobras, en la mañanera del 14 de enero, "todavía existe un remanente de pago de 2 mil 724 millones de pesos".

De ese día al 3 de mayo pasarán 110 días que tendrán un costo financiero, siendo conservadores tomemos la tasa de los cetes actual que es cercana al 7 por ciento anual, en el periodo sería aproximada al 2.1 por ciento.

Entonces la cancelación del arrendamiento sería de 2 mil 724 millones de pesos más 57.2 millones de intereses hasta el 3 de mayo.

Banobras se cobraría 2 mil 781 millones de pesos por el avión. De los 121 millones de pesos restantes, Presidencia de la República tendría que dejar 60 millones para el mantenimiento de dos años que ofreciò el promotor de la rifa al feliz ganador.

Quedan 61 millones de pesos, pero falta pagar el ISR del premio a Hacienda, que al menos es del 1%, y habrá que ver de què estado es el ganador por si hay un impuesto local.

Entonces, el valor del premio es de 2 mil 841 millones de pesos, incluyendo avión y mantenimiento, sobre el que se cobraría al menos 1 por ciento.

Asumiendo que el premio prometido es libre de impuestos, estos serían cubiertos con los 61 millones que aun habría en caja, al quitarles los 28.4 millones, la ganancia neta será de 32.6 millones.

En otras palabras, de venderse todos los boletos por 3 mil millones de pesos quedarían 28.4 millones para "la cooperación para la salud de los màs pobres" y el resto sería para la “coperacha” del avión.

Y a Hacienda le entrarían estos 28.4 millones de pesos, pero con el riesgo de no recibir 340 millones de ISR si los empresarios se aplican con los fiscalistas.

Por lo pronto, AMLO pasarìa a la historia como el primer líder de una nación en rifar el avión presidencial entre sus súbditos, perdón, gobernados.

En conclusión, calculando costos y beneficios, ¿vale la pena hacer realidad la ocurrencia de rifar el avión presidencial para que al final quede tan poca ganancia? ¿O alguien tiene otros datos?.

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El autor es periodista y economista egresado de la Facultad de Economía de la UANL.

https://www.mobilnews.mx/…/edmun…/la-coperacha-para-el-avion

Al ponerle fin a los fines de semana largos, el Presidente está llevándose de encuentro al empresario regio.

"Sin crecimiento no hay nada que ofrecerles a los 50 millones de pobres", afirmó el pasado 29 de enero el flamante coordinador del gabinete para el fomento de inversiones y el crecimiento económico, el empresario regiomontano Alfonso Romo.

Ese día, el Presidente anuncio la creación de un gabinete para que "siga creciendo la inversión extranjera y la creación de empleos en el país”.

Para desgracia de Romo, en muy pocos días la confianza que pudo inspirar la creación de su gabinete para dar la tan ansiada certidumbre a los dueños del capital fue tirada al cesto de la basura, por decir lo menos, por el propio López Obrador.

Tras un fin de semana largo, que al parecer se le hizo eterno a nuestro líder al no tener los reflectores a su disposición, llegó el miércoles 5 de febrero, con una idea innovadora, hay que echar abajo lo que hicieron los neoliberales y está funcionando bien: "los fines de semana largos".

"Es muy lamentable que en los últimos tiempos se haya dejado en el olvido estas fechas cívicas, históricas. Los niños de las escuelas, hasta de secundaria, hablan de los puente (sic), pero no del porqué no asisten a la escuela un viernes, un lunes, como acaba de suceder", lanzó López Obrador ese histórico 5 de febrero, que ahora será mas recordado como el día que el autoritarismo dio su primer zarpazo de frente al “pueblo bueno”.

Lo que al principio pareció una más de las ocurrencias de nuestro líder, todo apunta a que será ley: la única manera de recuperar nuestra conciencia histórica es que se descansen los días que se celebra.

Ya muchos han opinado al respecto. En lo personal, creo que si se descansa un día u otro la gente va a tener la misma conciencia del porqué es el asueto, casi nada. Tenemos por desgracia para la historia otras preocupaciones más inmediatas que atender, como el que nuestra economía no se vaya al rancho tabasqueño de nuestro líder.

Y si lo que se quiere es enseñar a las nuevas generaciones la importancia de la historia, creo sin ser experto que lo mejor sería aprovechar la escuela para educarlos.

Qué tiene que ver Romo con todo este asunto, se preguntarán, pues que el Secretario de Turismo, promotor de los fines de semana largos cuando estaba del otro lado del escritorio y tenía ideas propias, Miguel Torruco Marqués, desnudó la triste realidad al enviar el siguiente tuit la noche de ayer lunes.

"Esta mañana me reuní con Alfonso Romo, Jefe del Gabinete Económico, y después con el Presidente @lopezobrador_ donde convenimos que, de acuerdo a la instrucción presidencial, se respetarán las fechas cívico-históricas del país. Sin embargo, se abre la siguiente alternativa: Ajustar el calendario escolar, en coordinación con el Titular de la SEP, @emoctezumab para propiciar a través de nuevos ‘puentes’, la convivencia familiar y los viajes a las 134 plazas turísticas, para fortalecer el turismo interno y beneficiar económicamente a la población local".

Si fue con Romo a buscar un aliado para que siguieran los fines de semana largos, se encontró con un futuro desolador; al responsable de buscar que nuestra economía crezca y se generen nuevos empleos poco le importó que se pierdan muchos empleos en el sector turismo, la mayoría por cierto para gente de escasos recursos.

En mis palabras, el tuit debía de haber dicho: "El responsable del crecimiento económico, #AlfonsoRomo, y yo @TorrucoTurismo responsable del sector turismo, convenimos que lo mejor es mantener nuestro empleo y hacerle caso a nuestro patrón @lopezobrador_. No hay que molestar al que nos puede correr".

¡Hasta la próxima semana!

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- Gobernadores dialogan y acuerdan con AMLO.

En una democracia el diálogo es un método para construir acuerdos. En contraste, en un régimen autoritario no hay diálogo, hay monólogos. El tirano solo se escucha a sí mismo.

Si no hay diálogo entre los actores políticos de los distintos partidos y niveles de gobierno ¿cómo pueden conocerse, comprenderse, sentir empatía y servir a la sociedad por encima de intereses de grupo o ideologías?

La ausencia de diálogo aísla, radicaliza y confronta a la clase política y al final quienes sufren las consecuencias son los ciudadanos porque la ausencia de acuerdos propicia gobiernos de baja calidad. El diálogo como forma de hacer política puede derivar en la construcción de una agenda de trabajo en la que todos coincidan por encima de coyunturas políticas.

Por eso creo que la reunión que los once gobernadores del PRI sostuvieron con el presidente de la república el pasado 27 de enero es una buena noticia. (Solo falto, por motivos de salud, Claudia Pavlovich, gobernadora de Sonora).

A más de un año de las elecciones presidenciales que colocaron a López Obrador en la Silla del Águila hay un ambiente político de crispación debido a que AMLO y los distintos actores políticos han privilegiado la confrontación. No obstante esta realidad pudiera cambiar ya que nuestros gobernantes finalmente han entendido que el diálogo entre contrarios es un medio para canalizar racionalmente la pluralidad política y también una forma de producir decisiones políticamente significativas y consensuadas.

Los representantes populares no deberían practicar la política como sinónimo de guerra permanente. Hay tiempos de confrontación y contraste de ofertas políticas (las campañas), pero luego, cuando el pueblo ya ha decidido con su voto quien debe gobernar debe abrirse un periodo para construir las soluciones que se ofrecieron a la sociedad en las contiendas electorales.

Son tantos los problemas y necesidades de la población que no hay poder o capacidad que se concentren en un solo individuo para solucionarlos. Debe haber colaboración, coordinación y compromiso entre los distintos órdenes de gobierno para “construir la felicidad del pueblo” (AMLO Dixit).

Opino que el primer mandatario aun cuando cuenta con una fuerte legitimidad y apoyo de la sociedad para impulsar su agenda de cambios no debe gobernar en solitario y en permanente confrontación. Ser depositario de ese inmenso poder no significa que sea dueño de la verdad o que tenga permiso para menospreciar a las minorías. En una democracia como la nuestra los derechos de las minorías están garantizados por la Constitución. Quienes resisten, se oponen o  critican no deben ser considerados como enemigos a los que hay que aniquilar. Eso es intolerancia y autoritarismo.

El presidente López Obrador se asume como un demócrata y ha decidido actuar en consecuencia: Por eso al anunciar que se estará reuniendo con todos los actores políticos, independientemente de su filiación partidista ha dicho: “Me gustaría no sólo ser jefe de Estado, me gustaría ser jefe de la Nación. Voy hablar con todos, recibir a todos, tener comunicación con organizaciones sociales y políticas. Hoy mismo me voy a reunir con gobernadores del PRI, vamos a comer con gobernadores del PRI; el jueves (30 de enero) voy a desayunar con senadores de Morena y del PT y de otros partidos. Y la semana que viene voy a comer con gobernadores del PAN para mantener comunicación y buenas relaciones”.

Aplaudimos que se esté inaugurando una etapa de diálogo y acuerdos entre el presidente de la república y las distintas fuerzas políticas que gobiernan los 32 estados del país.