- Esto prende alarmas en partidos adversarios a Morena.

- La mayoría apenas anda tanteando el terreno de las alianzas.

Morena, el Verde Ecologista y el Partido del Trabajo arrancan con ventaja rumbo a las elecciones del próximo año.

La semana pasada (el jueves 18 de junio) los dirigentes de estos partidos anunciaron una alianza político-electoral para ir juntos a las elecciones del 6 de junio de 2021. Este acuerdo beneficia a uno de los aspirantes a la gubernatura en San Luis Potosí, al diputado federal Ricardo Gallardo Cardona.

La decisión es una jugada estratégica en el tablero político, pues permitirá a estos partidos con toda anticipación, diseñar estrategias, definir calendarios, realizar diagnósticos en cada Estado, Municipio y Distrito Electoral y, reclutar candidatos competitivos.

Esta noticia prende las alarmas en los partidos adversarios a Morena, porque la mayoría de ellos apenas andan tanteando el terreno de las alianzas y, tratando de evitar las divisiones internas.

Con la certeza de que ya hay un principio de acuerdo al más alto nivel, Ricardo Gallardo Cardona incrementará su activismo político en todo el Estado. Con ello seguirá ganando terreno para su causa; aunque también conseguirá que sus adversarios incrementen los taques hacia su persona.

Morena, el Verde y el PT van por todo en 2021. Quieren mantener la mayoría calificada en la cámara de diputados del Congreso de la Unión, ganar por lo menos 12 de las 15 gubernaturas y vencer a sus adversarios en el mayor número de Ayuntamientos y Congresos locales.

Aquí en San Luis Potosí, si nos atenemos a lo que dicen las más recientes encuestas, Morena cuenta a su favor con buenas calificaciones, ya que su marca se asocia a la figura del presidente López Obrador, que sigue contando con un fuerte respaldo entre los electores.

Sin embargo por sí sólo, como partido, Morena no goza de prestigio y no ha logrado consolidarse; su imagen está desgastada debido a las pugnas internas que protagonizan sus conflictivos clanes.

No hay quién ponga orden y esto es una debilidad, aunque también sabemos que en este partido hay un factótum que con un simple manotazo en la mesa puede meter al carril a las ovejas descarriadas. Me refiero al presidente Andrés Manuel López Obrador.

Llegado el momento, él decidirá y la disciplina reinará. Dudo que haya en San Luis Potosí alguien con las agallas para ir en contra de una decisión de AMLO.

Si el caudillo del partido gobernante da su visto bueno para que Ricardo Gallardo Cardona sea el abanderado de la coalición Morena, Verde y PT, no habrá mayor problema. Claro que el Presidente nunca admitirá que aplicó un “dedazo” para ungir al “Pollito”, porque según esto, EL SEÑOR PRESIDENTE no se mete en las decisiones de su partido.

Dirá que esa decisión la tomaron los partidos coaligados de conformidad con sus estatutos y que, debido a un arreglo nacional, al Partido Verde le corresponde proponer y postular al candidato a la gubernatura de San Luis Potosí.

De nada servirán los berrinches, gritos y sombrerazos que puedan escenificar los aspirantes que se quedaron a la vera del camino.

Caras y Caretas

El rector de la UASLP, Alejandro Zermeño Guerra sigue avanzando con éxito en su gestión al frente de la Máxima Casa de estudios.

Hace unos días cumplió uno más de los compromisos que hizo a la comunidad universitaria y a la sociedad en general: Favorecer un proceso democrático y transparente para elegir a los nuevos directores y directoras de las escuelas y facultades de la UASLP.

Las votaciones se llevaron a cabo el pasado 16 de junio y fueron tersas. No hubo intentos visibles de descarrilar la elección de los nuevos directivos.

Ocurrió además un importante avance en ese proceso civilizatorio, que desde hace muchos años sostienen millones de mujeres en el mundo, a saber, empoderarse para conquistar espacios de mando en las estructuras de poder.

De los 18 puestos que estuvieron en disputa, 6 fueron ganados por talentosas mujeres universitarias que ahora podrán confirmar en el ejercicio de su encargo que las féminas son igual o más capaces que los hombres para desempeñar este tipo de responsabilidades.

En PUEBLA MORENA, PT y el VERDE se “ALÍAN” - Punto por puntoSe confirma que la voluntad política, es un factor fundamental para conseguir cambios radicales en periodos de decadencia institucional.

Morena denuncia a su ex dirigente, Yeidckol Polevnsky, ante la FGR.

Yeidckol Polevnsky, ex dirigente nacional de Morena fue demandada ante la Fiscalía General de la República por Alfonso Ramírez Cuéllar – dirigente interino - por presuntamente haber cometido el delito de daño patrimonial en perjuicio del partido gobernante.

Luego de una auditoría realizada al periodo de Polevnsky al frente de Morena (de 2017 a 2020) se detectaron contratos irregulares para realizar obras y remodelaciones en 39 inmuebles por los que se pagaron 400 millones de pesos.

El problema es que tales trabajos nunca se realizaron, por lo que se sospecha que hay una trama de corrupción que apunta a Polevnsky.
Hablamos de 400 millones de pesos desaparecidos cuyo origen son los impuestos que pagan los ciudadanos. El asunto apesta.

 

 

 

 

- De concretarse un bloque opositor con todos los partidos que no están al servicio de AMLO, el Presidente podría perder en 2021 la mayoría en la Cámara de Diputados.

Por Edmundo Crespo Ruiz
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"Que se vayan agrupando, que se conformen como un grupo reaccionario, nada más que como decía Juárez, el triunfo de la reacción es moralmente imposible, porque ya tuvieron su oportunidad y se dedicaron a saquear, a robar".

- Andrés Manuel López Obrador. Junio 15 en Jalapa, Veracruz.

No hay ninguna descripción de la foto disponible. Hace una semana, en su conferencia matutina nuestro líder nos alertó de un plan de los enemigos de los avances que ha conseguido la 4T, de esos que tratan de frenar lo que nuestro país ha obtenido en los 18 meses de su gobierno con el apoyo de Morena, PT, ES y PVEM, que podríamos llamar GANSO (Grupo Amplio Nacional al Servicio de Obrador). Los opositores que le quieren echar bola y frenarlo, esos que él ha reiterado en no pocas ocasiones que están "moralmente derrotados", quieren crear un Bloque Opositor Ampliado (BOA).

Desde el sábado 6 de junio ya se notaba que López Obrador quiere alertar a todos sus simpatizantes del riesgo de perder lo que se ha ganado "se está por la honestidad y por limpiar a México de corrupción o se apuesta a que se mantengan los privilegios de unos cuantos”.

Ese plan secreto develado por el Presidente es lo que habitualmente se hace desde la Oposición, que él hizo durante muchos años y por cierto no es ninguna ilegalidad. El argumento que utilizó el miércoles para defender que se lo haya hecho público va en el mismo tono de la alerta a sus votantes: "es asunto de todos, antes la política era asunto nada más de los políticos. Entonces, yo tengo que estar informando a la gente constantemente".

El documento señala pautas, que insisto es lo que habitualmente se hace en una alianza opositora:

- Postular candidatos únicos de mayor rentabilidad.

- Asignar las posiciones a cada partido de acuerdo a las posibilidades reales y a su peso específico.

- Incluir candidatos de la sociedad civil con buena fama pública.

- Centrar el mensaje en los principales problemas del país y culpar al partido en el poder de esto.

- Usar los medios de comunicación y las redes sociales para potenciar las críticas al partido en el poder.

- Evidenciar y difundir en el exterior los fracasos del gobierno.

- Evidenciar y difundir, fuera de sus estados, los malos gobiernos locales del partido en el poder federal.

- Insistir que es factible derrotar al partido en el poder en las siguientes elecciones.

Y también el famoso documento señala que se debe insistir por todas las vías posibles en las dos cosas centrales de mi artículo anterior: si se logra que la Oposición gane la Cámara de Diputados se le pone un contrapeso real al Presidente en el manejo de los recursos, tanto en cómo se distribuye como en la vigilancia de que se gasten correctamente, y que abre la puerta a una eventual revocación de su mandato en 2022.

Más allá de que puede estar cayendo su popularidad, que no lo descartó, es que el futuro de crisis económica y de seguridad que muy seguramente va a estar todavía durante la campaña electoral del siguiente año es un incentivo más para que los opositores a nuestro líder ahora sí tomen en serio la posibilidad real de quitarle la mayoría de la Cámara de Diputados y vayan juntos en un BOA real.

Como lo comenté la semana pasada hace dos años votaron 28.9 millones por partidos diferentes a los que postularon a López Obrador, por ellos solo votaron 24.5 millones, existe una amenaza real si logran formar una gran alianza, que puede sin duda llamarse BOA al fin ya AMLO le dio publicidad.

Para ver los posibles escenarios del impacto de un eventual BOA, voy a referirme a un documento en el que con base a la votación obtenida por los partidos en las elecciones de diputados federales desde 1997, en cada una de las secciones electorales del país, se realiza una prospectiva de lo que puede pasar en el 2021. Este valioso estudio lo ha realizado M&A y Neurovoto en elecciones anteriores a nivel federal y en elecciones locales con una muy alta efectividad, por eso lo utilizo como referencia para lo que podría pasar el siguiente año.

Para este análisis, no se consideran los partidos nuevos por dos razones: primero, no hay evidencia previa con la cual se pudiera estimar su votación en cada uno de los distritos, y segundo, no pueden ir en alianza con ningun otro partido porue desde 2003 se prohibe que en su primera elección vayan coaligados.

Me centraré solo en el impacto en los tres partidos que tiene López Obrador bajo su control que integran al GANSO, para evidenciar de dónde le puede venir la preocupación, de entrada se considera que la votación en cualquier escenario sería la misma: Morena 33.2%, PVEM 6.9% y PT 5.3%, en total el 45.5% de la votación nacional emitida.

Lo que hace la diferencia es que al ir juntos les da posibilidades de ganar mas distritos de mayoría y además como ya lo hicieron en 2018, burlar la ley, Morena cede posiciones de mayoría a los otros partidos para poder alcanzar mas diputaciones plurinominales.

En un escenario, poco probable, donde los 7 partidos actuales vayan solos, los del GANSO tendrían 245 diputados: Morena 206 (178 de mayoría y 28 plurinominales), el Verde 25 (7 de mayoría y 18 plurinominales) y el PT 14 plurinominales.

A Morena se le asignan pocas diputaciones plurinominales porque la ley limita que un partido tenga por ambos tipos de espacios más del 8% de su votación y como tiene el 33.2% de los votos, lo más que puede tener es el 41.2% de los 500 diputados, 206 curules.

Si van como GANSO a la boleta del próximo año, y los 4 de oposición van separados, por la pura burla a la ley podría Morena traspasarle 20 diputados de mayoría a cada uno de sus aliados, y agandallarse gracias a esto 31 espacios en los plurinominales, quedando con 276 legisladores, el 55% de la Cámara de Diputados.

Lo anterior sin contar que al aliarse GANSO puede ganar mas distritos de mayoría con la misma votación, con lo que el control de la Cámara sería aún mayor. Por eso es casi un hecho que otra vez Morena y el PT sumando ahora al PV, repitan la misma fórmula.

Pero como comentaba el temor de nuestro líder radica en que al estar en un escenario de crisis como el que se espera en los siguientes meses aumentan las posibilidades de victoria de los "moralmente derrotados" que tuvieron el apoyo de casi 29 millones hace solo dos años y los haga pensar en opciones que contrarresten el agandalle que el GANSO de AMLO les hizo del legislativo.

Y qué mejor que ver ese escenario, de solo dos candidatos, de los partidos actuales, en cada uno de los 300 distritos el del GANSO y el de la BOA, el frente de AMLO tendría sólo 201 diputados con el mismo 45.5% de la votación nacional emitida, Morena 169 (103 de mayoría y 66 plurinominales), el Verde 21 (14 de mayoría y 7 plurinominales) y el PT 11 plurinominales.

Se preguntará usted por qué es tan grande el efecto de la alianza opositora, tomando lo sucedido en el 2018, de las 220 diputaciones de mayoría que ganaron Morena y sus aliados sólo en 126 tuvieron más de la mitad de los votos válidos. En otras palabras si en 2018 hubieran sido dos grandes alianzas, López Obrador hubiera ganado la Presidencia pero no se habría agandallado el Congreso.

Será por eso que nuestro líder le tiene miedo a la BOA, porque se puede comer su mayor botín, el "agandalle" que hizo GANSO en 2018 del poder legislativo.

¡Hasta la próxima semana!

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- La premisa fundamental es pensar que el Estado es uno, no sólo el que da buenas notas en los medios.

En las últimas semanas hemos inundado las páginas, los editoriales, las declaraciones, las videoconferencias y los noticieros con información devastadora sobre las consecuencias de la caída en vertical de la economía en nuestro país.

Las cifras escalofriantes sobre la pérdida de millones de empleos, formales e informales, que superan los doce millones, nos dejan pasmados y verdaderamente preocupados.

Escuchamos cotidianamente que vendrán los apoyos, los programas de rescate, los créditos blandos o a fondo perdido por parte de los gobiernos estatal y federal. Bienvenidos pero insuficientes.

Muy lenta y gradualmente se anuncia la reactivación de actividades industriales y comerciales.

Los pequeños negocios comienzan no sin temor a reabrir sus puertas. Ya inició actividades el taller, la tintorería, la lonchería, el señor de los jugos en la esquina. Los cafés y los restaurantes tímidamente comienzan a dar servicio.

Pero, ¿alguien habla del gravísimo efecto en la economía del campo?.

¿Quién está pensando en el impacto en el sector primario de la economía nacional?.

¿Y los cañeros de Valles, Aquismón, Tamasopo y El Naranjo? ¿Y quién se preocupa de los productores ganaderos de Tanquián, Tamuín, Ébano y San Vicente?.

¿Alguien voltea a ver a los citricultores de Matlapa, Huehuetlán, o Río Verde y Cd Fernández?.

Ya ni mencionar a los cafeticultores de Coxcatlán y Xilitla, históricamente abandonados, o los piloncilleros de Axtla y Tanlajás.

¿Quién está pensando en los productores de tomate y chile en Villa de Arista? O en los capricultores de Vanegas, Charcas y Matehuala?.

La Economía del estado no sólo gravita en torno a las macro empresas y las plantas industriales. No solo en torno al sector comercio y turismo. Fundamentales sí, pero no exclusivos.

¿Qué se está haciendo por los miles de campesinos y pequeños productores agropecuarios?  Ellos también son potosinos y están padeciendo las consecuencias de la tormenta económica que afrontamos.

La premisa fundamental de todo actuar del gobierno es pensar que el Estado es UNO SOLO, no sólo el que da buenas notas en los medios de comunicación.

Preocupémonos de manera integral por todos los sectores de la economía. No todo es la capital del Estado; volteemos la mirada hacia los municipios que en altísima proporción viven del campo.

Parafraseo la canción del Maestro Serrat, “El sur también existe”. La Huasteca, el Altiplano y la Zona Media también existen.

- Los diputados no pueden salir a decir que no habrá modificaciones trascendentes a la Ley Electoral.

- Que el Coronavirus no lo permitió, pero que no nos preocupemos, que al fin y al cabo habrá comicios.

El tiempo se agota y los diputados del Congreso del Estado, han entrado en terrenos peligrosos por su incapacidad para construir un espacio de diálogo y acuerdos, que permita sacar adelante las reformas a la Ley Electoral que regirán los comicios del próximo año.

Una combinación de errores, ausencia de liderazgo, racismo, intereses facciosos y la inesperada
llegada de una crisis sanitaria han provocado que la Reforma Electoral que se anunció con bombo y
platillos no se defina.

Es urgente que los legisladores superen la parálisis que los tiene pasmados y tomen consciencia de que si no parlamentan y acuerdan para dar vida a una Ley Electoral de hondo calado, harán un ridículo de dimensiones colosales.

No pueden salir el 30 de junio a decir que no habrá modificaciones trascendentes a la Ley Electoral,
porque el Coronavirus no lo permitió, pero que no nos preocupemos, que al fin y al cabo los comicios de 2021 pueden ser regulados con los dispositivos de la ley vigente, agregándole solamente uno que otro parche.

Esta narrativa sería una forma torpe de justificar su incapacidad para cumplir con una de sus principales responsabilidades: Hacer leyes.

Es oportuno recordar que el 13 de marzo de 2019, el Congreso del Estado instaló la Comisión
Especial para la Reforma Político-Electoral, con el fin de iniciar la revisión de las iniciativas vinculadas con este tema.

También es pertinente traer a la memoria, que el 14 de febrero de este añose publicó la convocatoria y el calendario que regularía la Consulta a Pueblos y Comunidades Indígenas. Entonces, ¿por qué ese paso de tortuga?.

Los diputados están jugando con fuego y pueden quemarse. En especial si como todo indica, omiten llevar a cabo la Consulta Indígena a la que ya habían convocado.

Según la Encuesta Intercensal 2015 del INEGI, se estima que en San Luis Potosí existen 630 mil 604 personas que de acuerdo a su cultura se consideran indígenas. Estos potosinos han demandado
desde hace tiempo que se les reconozcan derechos políticos, que la Ley Electoral del estado incorpore disposiciones para que puedan tener representación en los cabildos y en el Congreso del Estado.

Hay distritos locales y municipios donde el 60% o más de los electores son indígenas, (Por ejemplo el distrito14 con cabecera en Tancanhuitz y el 15 con cabecera en Tamazunchale).

Si se aprueba una ley electoral que no incorpore nuevos derechos políticos en favor de pueblos y
comunidades indígenas, se confirmará la existencia de un complot orquestado por una incipiente célula de diputados partidarios de la supremacía blanca, que consideran que los “indios” no son “gente de razón”.

Sin embargo, donde se ejerce un poder autoritario surgen acciones de resistencia a ese poder. Así que los legisladores podrían enfrentar amparos y otros medios de defensa por su omisión en este tema.

Si los diputados y diputadas de la LXII legislatura no aprueban una Ley Electoral de avanzada, se habrán ganado a pulso la etiqueta de conservadores, racistas y antidemocráticos.

Serían considerados como los parteros de una regresión antidemocrática, que deshonraría la añeja tradición de los demócratas potosinos, que en otros tiempos lograron impulsar la transición a la democracia en México. (Recuérdese por ejemplo a Salvador Nava Martínez y su legado).

CARAS Y CARETAS

El nuevo rector de la UASLP, Alejandro Zermeño, empieza con el pie derecho su nueva responsabilidad. Siendo aspirante a la rectoría, prometió iniciar una etapa de reformas profundas en
la máxima casa de estudios.

Inició revisando la prehistórica reglamentación que rige la vida interna de esta institución.

Hace 60 años que estas normas no son modificadas, a pesar de que en el mundo ha ocurrido uncambio de época que enterró dogmas y paradigmas.

Al respecto y con brío reformador, el pasado 2 de junio, el rector Zermeño instaló la COMISIÓN DE NORMATIVIDAD que revisará y actualizará la legislación interna de la institución.

El rector y su equipo han iniciado el aggiornamento que requiere la UASLP.

Muchos egresados, estudiantes y la sociedad en general esperan un futuro prometedor para nuestra
Alma Mater. ¡Que así sea!

Dentro de un año tendremos elecciones en todo el país. Serán los comicios más complejos, trascendentes y  amplios en la historia reciente de México. Es mucho lo que estará en juego en estas votaciones. El 6 de junio de 2021 se renovará la Cámara de Diputados federal, habrá elecciones en 32 estados de la república y en 15 entidades federativas se elegirá a un nuevo gobernador o gobernadora. Será la “Madre de Todas las Batallas” en la que se fortalecerá el proyecto que encabeza el presidente Andrés Manuel López Obrador o iniciará el declive de la utopía que ha soñado construir el tabasqueño.

San Luis Potosí vivirá esta experiencia. Y en este episodio colmado de incertidumbres la gobernabilidad de nuestro estado se verá amenazada en repetidas ocasiones. Habrá desencuentros y conflictos entre la clase política, se acentuará aún más la polarización social y las pasiones podrían salirse de los cauces institucionales.

A partir de ahora veremos aparecer todo tipo de estrategias que tendrán como propósito fortalecer o debilitar a quienes están llamados a desempeñar un rol importante en las próximas elecciones. Seremos testigos de conspiraciones, golpeteos, provocaciones, guerra sucia en medios de comunicación y redes sociales. Serán frecuentes las manifestaciones cuyo propósito será debilitar al gobierno del estado y a personajes políticos con aspiraciones.

Hará falta mucho oficio político, sagacidad, cabeza fría y madurez para que se mantengan las condiciones básicas de gobernabilidad que eviten episodios de anarquía como los que se vivieron el pasado viernes 5 de junio cuando un grupo de jóvenes protagonizaron actos de vandalismo en el centro histórico de la ciudad capital.   

A poco más de una semana de ocurridos estos hechos queda claro que se trató de una acción orquestada por profesionales de la provocación. Los conspiradores buscaron obtener como respuesta una reacción violenta de parte de gobierno del estado para fabricar mártires que les sirvieran de pretexto para calificar de represivo al gobierno de Juan Manuel Carreras. No lo consiguieron. Y aunque los jóvenes anarquistas rompieran vidrios, derrumbaran puertas, pintarrajearon edificios, quemaron muebles y hasta una bandera de México, los encargados de enfrentar a los revoltosos no cayeron en la trampa. ¿Qué hubiera pasado si la policía antimotines se hubiera dado gusto golpeando con lujo de violencia a estos jóvenes? De seguro ya habría voces interesadas pidiendo la desaparición de poderes, la renuncia del gobernador, la destitución del jefe de los gendarmes y del propio Secretario de gobierno. Si se hubiera actuado visceralmente para imponer la Ley y el Orden a punta de macanazos los provocadores hubieran conseguido su objetivo.

Pero el balance final de esta provocación es favorable al gobierno del estado. La mayor parte de la sociedad condenó la conducta violenta de estos jóvenes que utilizando como pretexto el asesinato de Giovanni López a manos de la policía de Ixtlahuacán de los Membrillos, Jalisco, buscaron debilitar al gobierno de Carreras.

Este intento de envenenar prematuramente el ambiente preelectoral nos entrega algunas enseñanzas.

Primera. A partir de ahora mantener equilibrios virtuosos entre las presiones sociales y la capacidad de respuesta del gobierno (gobernabilidad) será más difícil.

Segunda. El proceso electoral 2020-2021 ya comenzó en nuestro estado y en la lógica de guerra que inspira la actuación de algunos actores políticos todo se vale con tal de adelantar posiciones. No debe haber entonces espacio para la ingenuidad, los perversos seguirán actuando ocultos entre las tinieblas. Es decir y citando al presidente López Obrador. “Le van a jugar al ensarapado”.  

Tercera. La avanzada de los ejércitos partidarios de Morena y otros partidos (especialmente del Verde Ecologista) ya están actuando para tomar por asalto la plaza potosina. Su consigna es clara ya fue anunciada hace unos días por su lider: “Nada de medias tintas, ¡no es tiempo de simulaciones!, es decir, o  están conmigo o están contra mí (AMLO  dixit).

Cuarta. El gobernador es pieza clave para mantener la gobernabilidad del estado y será también actor central en la sucesión gubernamental de 2021. Muchos están interesados en enjabonarle el piso para que se resbale. A sus funcionarios,  a sus aliados y simpatizantes así como a su partido corresponde cuidarlo. Si se debilita el gobernador el proyecto de sus adversarios se fortalece.

Quinta. Los partidos opositores a Morena en San Luis Potosí deben estar conscientes de que ha llegado el momento de buscar algún tipo de alianza para que la estrategia de polarización (“Divide y vencerás) no prospere en nuestro estado. Incluso en el futuro inmediato hay que pensar en la formación de un Frente Amplio que pudiera acordar una agenda de gobierno y un método de selección de candidatos para enfrentar a los abanderados de la Cuarta Transformación (4T).

Sexta. No hay que perder de vista que el presidente y su partido a pesar de sus errores y contradicciones siguen manteniendo fuertes niveles de apoyo y vastas clientelas electorales.

Séptima. Mantener la gobernabilidad en el estado y la unidad interna en los partidos que son contrarios a Morena es una necesidad forzosa para estar en mejores condiciones de competir.

Octava. Cada quien por su lado difícilmente puede ganarle a Morena y al presidente López Obrador.

Novena. Piénselo dos veces aspirantes a la gubernatura: Si el próximo año pierden las elecciones porque no supieron pactar y medir sus posibilidades reales de triunfo ¿podrán resistir otros seis años como oposición (seguramente testimonial)  dedicados exclusivamente a lamentarse y a predicar en el desierto?

Por el momento, nada más qué agregar.

- Al votar en un año para elegir Diputado federal decidiremos entre darle poder absoluto a López Obrador o ponerle un contrapeso real.

Por Edmundo Crespo Ruiz
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"O se está por la transformación o se está contra la transformación del país".
- Andrés Manuel López Obrador
06/06/20, a 1 año de la elección 2021.

No hay ninguna descripción de la foto disponible.Dentro de un año en la elección de Diputados federales, los mexicanos habremos ahora sí de entregarle en las urnas el poder absoluto a Andrés Manuel López Obrador o recuperar el mandato ciudadano de que no tuviera control del Congreso.

De tanto repetir los legisladores de la Cuarta Transformación (tanto senadores como diputados) que la mayoría de los mexicanos les dimos en las urnas el control de las dos cámaras del Congreso, ellos y muchos ciudadanos acaban pensando que es verdad.

La frialdad del cómputo de los votos de la elección de 2018 cuenta otra historia. Para que el tabasqueño fuera Presidente, votaron 30.1 millones, el 53 por ciento de los 56.6 millones que emitieron su voto. Para la elección de Diputados por los partidos que apoyaron su candidatura (Morena, PT y ES) votaron 24.5 millones (45 por ciento), por alguno de los otros 6 partidos votaron 28.9 millones (54 por ciento) y por candidatos independientes casi 539 mil (1.0 por ciento).

Dicho de otra manera, en el mejor de los casos para Morena y sus aliados electorales, sólo el 45.4 por ciento quería que nuestro líder tuviera la Presidencia y el control de la Camara de Diputados. El restante 54.6 por ciento no quería que pasara lo que al final del día consiguió Morena, primero aprovechando espacios legales y después aliándose con el Partido Verde que le cedió diputados, para alcanzar entre los tres partidos que postularon a López Obrador 320 diputados (el 64 por ciento de la Cámara de Diputados), y tener ya con el Partido Verde también el poder para cambiar la Constitución a placer de nuestro líder.

En el Senado, 24.7 millones de ciudadanos (45.6 por ciento) votaron por candidatos de los partidos de AMLO que hoy tienen 69 de 128 escaños (54 por ciento), de esta manera, pese a que la mayoría de los ciudadanos no lo querían, López Obrador ha podido cambiar todas las leyes que ha querido sin necesidad de que otro partido lo apoye, ya que tiene la mayoría absoluta de las dos Cámaras.

En donde sí ha batallado es en cambiar la Constitución porque el patriotismo del PVEM de entregarse a los deseos del líder de nuestra patria le ha alcanzado a López Obrador para que sus Diputados pasaran sin contratiempos las reformas constitucionales, pero en el Senado no le ha alcanzado para ese fin y ahí si han tenido que negociar con la Oposición.

La importancia de la elección de los Diputados federales el próximo año radica, principalmente, en dos asuntos: el control del presupuesto federal y el eventual proceso de revocación de mandato de 2022.

La única opción para que López Obrador no pueda disponer del presupuesto, de acuerdo a sus prioridades, es que Morena y sus aliados pierdan la mayoría de la Cámara de Diputados, porque el artículo 74 apartado IV de la Constitución federal dice: "son facultades exclusivas de la Cámara de Diputados: Aprobar anualmente el Presupuesto de Egresos de la Federación, previo examen, discusión y, en su caso, modificación del Proyecto enviado por el Ejecutivo Federal, una vez aprobadas las contribuciones que, a su juicio, deben decretarse para cubrirlo".

Además los Diputados también son los únicos responsables de revisar si el Presidente no desvía el presupuesto aprobado, como lo señala el mismo artículo en el apartado VI "revisar la Cuenta Pública del año anterior, con el objeto de evaluar los resultados de la gestión financiera, comprobar si se ha ajustado a los criterios señalados por el Presupuesto y verificar el cumplimiento de los objetivos contenidos en los programas".

Por otro lado en el improbable caso (casi imposible) de que los ciudadanos lograran revocar el mandato de López Obrador en 2022, no se convoca a elecciones para elegir al Presidente sustituto lo nombra el Congreso por mayoría de votos de sus 628 legisladores (500 diputados y 128 senadores), como lo señala el artículo 84 párrafo siete de la Constitución federal: "en caso de haberse revocado el mandato del Presidente de la República, asumirá provisionalmente la titularidad del Poder Ejecutivo quien ocupe la presidencia del Congreso; dentro de los treinta días siguientes, el Congreso nombrará a quien concluirá el período constitucional". Esta votación sería en escrutinio secreto y por mayoría de votos de los presentes, por lo menos deben de estar dos terceras partes de cada una de las dos cámaras.

En otras palabra, si Morena y sus aliados tienen 315 legisladores en marzo de 2022, podrían nombrar sin necesidad de negociar con nadie al Presidente sustituto. Actualmente, tiene 409 (76 senadores y 333 diputados), para asegurarse ese derecho necesitan mantener dentro de un año por lo menos 239 diputaciones.

Dentro de 362 días estaremos frente a una boleta para elegir Diputado federal, y veo sólo tres tipos de electores:
- Los que consideran que se debe dar a nuestro líder poder absoluto sobre los recursos del pueblo y además asegurarle que, en una eventual revocación de mandato en 2022, pueda poner a alguno de sus incondicionales de Presidente sustituto, que siga adelante con la Cuarta Transformación. Si usted es de este grupo, asegúrese de votar por cualquiera de los partidos que apoyan a López Obrador (Morena, PT, ES y PVEM) más los que se sumen en los siguientes meses.
- Los que consideran que debe ponerse un contrapeso real para que López Obrador no gaste los recursos públicos en sus prioridades y que de darse la eventual (pero remota) revocación en 2022 no quede ninguno de sus incondicionales de Presidente sustituto. Si pertenece a este grupo asegúrese de votar por cualquier partido ajeno al tabasqueño.
- Los que no se complican tanto y deciden su voto pensando solo en el partido o el candidato de su preferencia.

Independientemente del grupo al que usted pertenezca, lo peor que puede hacer es dejarle su decisión al resto de los ciudadanos y luego lamentarse. Si no le convence ninguno vaya y anule su boleta, recuerde que el que calla otorga.

¡Hasta la próxima semana!

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