En esta entrega deseo transcribirles un correo que me llegó en la Navidad del 2006, pero que al que escribe estas líneas le sigue haciendo pensar sobre el consumismo, la mercadotecnia y la enajenación de que somos objeto todos los habitantes de este planeta por estos días, motivo por lo cual cuando tengo oportunidad la comparto.

En los días que corren, se nos ha borrado del disco duro de lo qué festejamos en estas fechas. Creemos que el tal Santa Claus al que hemos convertido en una especie de súper héroe de la Navidad, es un enviado del cielo para premiar a los niños que se portaron bien durante el año.

La imagen actual que tenemos de Santa Claus es la de un anciano bonachón, con una gran barriga, barba blanca, traje rojo y que viaja en trineo regalando presentes a los niños de todo el mundo.

Pero en realidad el tal Santa Claus no es más que un invento de la multinacional Coca-Cola, que fue diseñado para incrementar las ventas del veneno negro, y por tanto este regordete personaje más que juguetes, lo que carga en su costal es diabetes, hipertensión, obesidad, enfermedades renales, disuelve el esmalte dental, enfermedades cardiacas, osteoporosis, y, arruinan el sistema endocrinológico, potencialmente causan pubertad prematura y anormalidades reproductivas y cáncer.

Pero basta de mi perorata y démosle la palabra a Jesús De Nazaret.

“Como sabrás, el pasado 25 de Diciembre se celebró nuevamente a la fecha de mi cumpleaños, todos los años se hace una gran fiesta en mi honor y creo que este año aconteció lo mismo.

En los días previos la gente hace muchas compras, hay anuncios en el radio, en la televisión y por todas partes no se habla de otra cosa, sino de lo poco que falta para que llegue el día.

La verdad, es agradable saber, que al menos, un día al año algunas personas piensan un poco en mí.

Como tú sabes, hace muchos años que comenzaron a festejar mi cumpleaños, al principio no parecían comprender y agradecer lo mucho que hice por ellos, pero hoy en día nadie sabe para qué lo celebran.

La gente se ríe y se divierte mucho pero no saben de qué se trata.

Recuerdo el año pasado al llegar el día de mi cumpleaños, hicieron una gran fiesta en mi honor; pero sabes una cosa, ni siquiera me invitaron.

Yo era el invitado de honor y ni siquiera se acordaron de invitarme, la fiesta era para mí y cuando llegó el gran día me dejaron afuera, me cerraron la puerta.

¡Yo quería compartir la mesa con ellos! 
La verdad no me sorprendí, porque en los últimos años todos me cierran las puertas.

Como no me invitaron, se me ocurrió estar sin hacer ruido, entré y me quedé en un rincón. Estaban todos bebiendo, había algunos borrachos, contando chistes obsenos, carcajeándose.

¡La estaban pasando en grande, para colmo llegó un viejo gordo, vestido de rojo, barba blanca y gritando: "JO JO JO JO", parecía que había bebido de más; se dejó caer pesadamente en un sillón y todos los niños corrieron hacia él, diciendo "SANTA CLAUS" " SANTA CLAUS" como si la fiesta fuera en su honor!.

Aquí espero me permitan una cápsula cultural. Pocos saben que el gordo barbón y sangrón fue un invento de la Coca Cola company, el santa Claus moderno lo creó un pintor norteamericano llamado Habdon Sundblom y tomó como modelo a un trabajador jubilado de la coca-Cola llamado Lou Prentice para su campaña de mercadotecnia en la navidad de los treintas.

En efecto, mi querido lector, toda tu niñez se la debes a un refresco de cola, ya que sus hermosas imágenes y pinturas (hechas por un fulano llamado Haddon Sundblom) basadas en la creación de Nast, han transformado al simple personaje en un ícono mundial.

Todas esas ideas de los duendes que hacen regalos, del Polo Norte ¿y de los renos?, invenciones gringas para vender más cosas; es más, Rodolfo (Rudolph the red nosed reindeeeeeer…had a very shiny noooose) el reno, ese monito de la nariz roja como de borracho que es el mero mero de los animales del Papa Noel (que por cierto, Noel significa Navidad) fue creado en la década de los 30s para un comercial de la Navidad, pero como los mercadotécnicos son trinchones, le hicieron caricatura, figuritas y toda la cosa, causando un furor entre la población.

Claro, como usualmente pasa, los gringos juran y perjuran que Santa Claus es una representación más del purista anciano lleva-regalos, pero la neta es que no es cierto, es simplemente una figura creada para vender refrescos.

Las aguas negras, esas venenosas llamadas Coca Cola, rompieron la tradición cristiana de regalar a los niños el 6 de Enero, día de los reyes Magos, que conmemoraban como unos Reyes llenos de fe, acudieron desde lejanos rincones del planeta a adorarme y a obsequiarme, oro incienso y mirra.

Llegaron las doce de la noche y todos comenzaron a abrazarse, yo extendí mis brazos esperando que alguien me abrazara. ¿Y sabes?, nadie me abrazó.

Comprendí entonces que yo sobraba en esa fiesta. Salí sin hacer ruido, cerré la puerta y me retiré.

Tal vez crean que yo nunca lloro, pero esa noche llore, me sentía ido, como un ser abandonado, triste y olvidado.

Me llegó tan hondo que al pasar por tu casa, tú y tu familia me invitaron a entrar, además me trataron como a un rey, tú y tu familia realizaron una verdadera fiesta en la cual yo era el invitado de honor.

Que DIOS bendiga a todas las familias como la tuya. Yo jamás dejo de estar en ellas en ese día y todos los días.

Otra cosa que me asombra es que el día de mi cumpleaños en lugar de hacerme regalos a mí, se regalan unos a otros.

¿Tú que sentirías si el día de tu cumpleaños, se hicieran regalos unos a otros y no te regalaran nada?.

Una vez alguien me dijo: ¿Cómo te voy a regalar algo si a ti nunca te veo?. Ya te imaginarás lo que le dije: "Regala comida, ropa y ayuda a los pobres; visita a los enfermos, a los que están solos y yo los contaré como si me lo hubieran hecho a mi".

Cada año que pasa es peor, la gente solo piensa en las compras y los regalos y, de mí, ni se acuerdan.

Espero que en el 2019 tú si te acuerdes de mi cumpleaños, y digas ¡no a los vendedores del veneno negro!.

Hasta pronto. Tu amigo...

Jesús De Nazareth.

¡Feliz navidad al Nazareno!

 Durante los últimos 30 años en que tuvimos la desgracia de que nos gobernaran los tecnócratas neoliberales, el gasto público se incrementó en términos reales (es decir descontada la inflación) sin que ello según comparativos con cifras oficiales y de organizaciones civiles, haya implicado mejoras en seguridad pública, de inversión, educación, social o servicios de salud, rubros donde el incremento en el gasto fue de más del 250% en promedio, y los resultados en materia de seguridad fueron desastrosos, pues la consecuencia de esta época es un país plagado de fosas clandestinas, el robo, asesinatos, secuestros, extorción y huachicoleo totalmente desbordados.

En cuanto a inversión los resultados son muy pobres como lo demuestra el exiguo crecimiento económico. La educación es un desastre, pues según la OCDE ocupamos el lugar 51. Y en cuanto a Desarrollo Humano (mide el bienestar de la población) ocupamos el lugar 73, gracias a que casi el 60% de la población vive bajo la línea de la pobreza.

En términos porcentuales, en esos extraviados neoliberales años el mayor incremento en el gasto se hizo en seguridad pública: 334%, y ya ve Ud. querido lector como el gasto público en vez de darnos seguridad. Nos la robo.

Si Ud. Revisa las estadísticas de los dos sexenios que gobernó el PRIAN, el presupuesto en seguridad pública se cuadriplicó de 2000 a 2012 en primera instancia porque Vicente Fox creó en 2001 la Secretaría de Seguridad Pública, que desapareció al inicio del gobierno de Calderón, quien desarrollo una Estrategia Nacional de Seguridad para combatir al crimen organizado totalmente fallida. Y de la cual estuvo al frente el amigazo de Calderón, un tal García Luna, experto en tele-montajes, fabricación de culpables, incriminación de inocentes y violaciones de los derechos humanos, después nombrado por Enrique Peña Nieto embajador en Washington D.C. y como colofón a tan brillante trayectoria de corrupción fue impulsado por el mismo Peña Nieto para ocupar un lugar en la Suprema Corte de la nación.

En el reporte “¿Cómo gastar mejor pare crecer? Estudio sobre gasto público frente a una politíca de reducción de salarios de los altos funcionarios”, el centro de investigación Ethos (institución dedicada al estudio de la transparencia gubernamental) utiliza el gasto en seguridad pública para ejemplificar cómo en el país no se ejerce el gasto responsable con resultados tangibles para los ciudadanos.

El centro de investigación Ethos concluye que más gasto público no genera por sí mismo un mejor desempeño si no se sabe gastar. Y ejemplifica con el aumento en el gasto público para seguridad se debió en gran medida a que se quintuplicó el número de policías federales en el sexenio de Calderón, pues pasaron de 6 mil 489 en 2006 a 36 mil 940 al finalizar 2012, y en el último sexenio, no obstante la creación de la llamada gendarmería el número de policías federales es de unos mil elementos menos. Sin embargo, entre enero de 2007 y septiembre de 2012 los homicidios dolosos aumentaron 35% respecto al sexenio anterior, y aumentaron en 39% del sexenio de Calderón al de Peña según el cálculo que realizó la organización civil México Evalúa con datos del Sistema Nacional de Seguridad Pública y del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI).

En estos tres sexenios tampoco mejoró la confianza en las instituciones de seguridad ni la percepción de seguridad entre la gente, según la Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública 2012 (ENVIPE), realizada por el INEGI.

“Un buen sistema de gasto público es el que fomenta la rendición de cuentas, en el cual la ciudadanía tendría que ser capaz de ver el impacto del uso de sus recursos y tendría que tener incentivos para demandar cómo se utiliza su dinero.

Todos estos ejemplos de un mal gasto del presupuesto de la federación, aunado a que gran parte de la población no paga impuestos, forma un sólido argumento de que solo unos pagamos impuestos, mientras otros no. El citado argumento no carece de veracidad, pues de todos los mexicanos es conocido que existe un gran número de personas en la informalidad, algunos de ellos por el desempleo crónico que padecemos, pero muchos otros, porque han encontrado la forma de no pagar ningún tipo de impuestos, ni rentas, ni prestaciones laborales a sus empleados (que valla si los tienen).

Para remediar la baja recaudación fiscal debido a la enorme informalidad (el 60 % de la economía nacional se encuentra en la informalidad de acuerdo con el INEGI), durante los gobiernos de Zedillo, Fox y Calderón, se le planteo al H. Congreso de la Unión y a la sociedad mexicana, que la única manera de que todos pagáramos es atreves del cobro de un IVA generalizado del 16%, que incluya a los alimentos y medicinas. Pero según datos del mencionado INEGI, el 80% de los negocios informales, o venden productos de contrabando principalmente de China, Viet Nam o Corea o sus ventas son definitivamente piratería, por lo que un IVA generalizado, solo incrementaría en un 3% la recaudación fiscal, porque la piratería y el contrabando no pagan el famoso IVA.

Pero existe otro segmento de informales, que no son ambulantes, y que por el contrario presumen de empresarios, visten elegantes trajes de alpaca, se codean con la alta burocracia y son miembros destacados de clubes empresariales. Nos referimos a los especuladores de la bolsa. Pseudo empresarios que ganan fortunas estratosféricas, únicamente traficando con valores, sin generar un solo empleo y sin producir un solo clavo.

Ahora el Gobierno del Sr. Andrés Manuel López Obrador, tiene un gran reto. Gastar más, porque el presupuesto aprobado para el próximo 2019, almenos en lo que se ha filtrado será un record, más de cinco billones. El Sr. Presidente y el Sr. Secretario de Hacienda, deben de gastar también eficientemente, no se puede repetir lo acontecido en el pasado del país donde se gastó mucho y mal, que no se continúe desacelerando la economía de la mano de un déficit fiscal fiscal generado por una mala, mejor dicho corrupta e ineficiente ejecución del gasto público.

El gobierno federal, tendrá más dinero gracias en el recorte de los obscenos salarios de la alta burocracia y de eliminar moches y cochupos y todo acto de la corrupción, pero también más obligación de gastar mejor. Según lo planeado existirá un presupuesto record en educación, su obligación es que la nueva política educativa llegue a buen puerto, tendrá también más dinero para infraestructura productiva, gasto social, agricultura y turismo. ¡De ese tamaño es el reto que Ud. mismo se impuso en sus 100 puntos. ¡Sr. Presidente! Si no cuplé con las expectativas que Ud. mismo ha generado, Don Andrés, el próximo año los mexicanos condenaremos su gobierno, o peor aún lo mandaremos al profundo desprecio junto con Fox, Calderón y Peña.

 

Se consumó el fraude en el PAN, hubo mano negra. La elección del nuevo dirigente fue corrompida por la ambición de Xavier Azuara. Su obsesión por mantener el control del partido ha provocado un problema que amenaza con destrozar los cimientos de este instituto político.

La larga tradición democrática del Partido Acción Nacional ha sido mancillada. El que se dice nuevo dirigente, Juan Francisco Aguilar Hernández no tiene legitimidad ya que su presunta victoria es producto de una larga cadena de trampas y manipulaciones.

Aguilar Hernández es un peón en el tablero de ajedraz que utiliza Xavier Azuara pensando en  las elecciones de 2021. Por lo pronto su viciado triunfo no es reconocido por el bloque de candidatos que apoyaron a Jorge Lozano Soto. Ante el fraude, muchos panistas de pura cepa podrían tomar la decisión de renunciar al PAN o alejarse por completo de cualquier activismo militante.

Un partido Acción Nacional dividido y desprestigiado no le es útil a ningún proyecto que tenga como objetivo ganar la gubernatura dentro de tres años. Si su crisis se acentúa estará facilitando el acceso de otras opciones a la cima del poder y del PAN solo quedarán migajas.

Teoría del complot. Motivos para el fraude.

Desde que se publicó la convocatoria para la elección del nuevo dirigente se tuvo la certeza de que Xavier Azuara no sería neutral. Quienes lo conocen saben de su perversidad y codicia. Formado en las malas artes que aprendió de Ricardo Anaya, Azuara decidió intervenir en el proceso electivo para dejar un sucesor a modo y estar en posibilidad de manipular el proceso de elección de candidato a gobernador  en 2021. El ambicioso Azuara cree que puede llegar a ser el abanderado de su partido o en el peor de los casos aprovechar su control sobre el nuevo para poner al servicio de un proyecto alternativo la infraestructura y votantes de Acción Nacional. Desde luego negociando los mayores beneficios y espacios para él y sus secuaces. Es un secreto a voces el buen entendimiento que mantiene en este tema con el gobernador Juan Manuel Carreras. Corre la versión de que el mandatario estatal no vería con malos ojos que el candidato de una coalición partidista, en la que el PAN llevaría la batuta, fuera Xavier Nava o Azuara.

En sus cálculos considera que el enemigo a vencer sería el candidato que postule Morena que bien podría ser Juan Ramiro Robledo o Esteban Moctezuma.

Aves de mal agüero estiman que Morena empezará a debilitarse por lo errores y excesos del  presidente Andrés Manuel López Obrador y que por consiguiente se irían creando las condiciones propicias para que los electores busquen alternativas contrarias a Morena.

En este escenario de sucesión se da por descontado que el gobernador no pactaría una alianza con Morena. A menos que a principios de 2021- año de la elección- haya la suficiente evidencia de que AMLO y su partido se han fortalecido considerablemente como para contar con candidatos triunfadores a las gubernaturas.

Si esto llegara a ocurrir  y como es de sabios cambiar de opinión, Carreras no vería con malos ojos a Juan Ramiro Robledo o a Esteban Moctezuma como candidatos de Morena. En cambio, si fueran Leonel Serrato o Primo Dothé su rechazo sería inmediato y estaría dispuesto a apoyar a cualquiera de los dos Xavieres, Azuara o Nava. Por lo demás el gobernador siempre se ha sentido muy cómodo pactando con Acción Nacional y con el navismo histórico.

Al respecto es oportuno recordar la definición política y emocional de Juan Manuel Carreras cuando Felipe Calderón fue candidato a la presidencia de la república en 2006. Es inolvidable y quedo para la historia aquella imagen polémica en donde el actual gobernador, en un mitin de campaña realizado en la Plaza del Carmen, hizo presencia para apoyar a Calderón no importándole su condición de militante priista. Y más recientemente se recuerda con dolor entre el priismo dogmático la actuación decisiva que tuvo Carreras en el triunfo de Xavier Nava.

Para el eventual caso de que Morena se decidiera por Juan Ramiro Robledo, el gobernador Carreras ya ha tomado previsiones y tiene operando en este proyecto a su secretario de gobierno Alejandro Leal, quien en los últimos tres años se ha encargado de colocar en puestos clave de gobierno no sólo a los famosos Macabeos, sino  también a todos aquellos partidarios de Juan Ramiro que en su momento vieron frustrado el sueño de llevar a su líder a  la gubernatura porque, cosas de la fatalidad, se les atravesó en el camino Horacio Sánchez Unzueta con su brillantez diabólica. Pero ahora todo es diferente y aunque un poco tarde la Revolución estaría por hacerles justicia.

En cuanto a otros aspirantes a la gubernatura, en este caso del Partido Acción Nacional, como la diputada Sonia Mendoza y el senador Marco Antonio Gama el panorama se les ha complicado. Haber perdido frente a Xavier Azuara la importante posición de la dirigencia estatal los pone en desventaja. Si no logran que la fraudulenta elección de Juan Francisco Aguilar se anule, tendrán que valorar si se someten al proyecto de Azuara o al de Nava, o bien, de una vez por todas se divorcian del PAN y se van con Margarita Zavala al nuevo partido que está formando.

Como puede verse la sucesión gubernamental de 2021 ya empezó a tambor batiente con la elección del nuevo dirigente estatal en el Partido Acción Nacional.

Sólo falta esperar que harán el PRD, el partido Verde, el PRI y la “chiquillada”.

Aviso: Tomaré un descanso durante esta temporada de festejos navideños. Nos volveremos a encontrar hasta el próximo 7 de enero de 2019. ¡Feliz Navidad y Prospero Año Nuevo!

El pueblo de México (la mayoría) tenía hasta el día último de Noviembre del 2018, el corazón lleno de esperanza y optimismo sobre el cambio en la situación del país, pero esta etapa llego a su fin el primero de Diciembre. Esta bella época la cual se caracterizó por; ilusiones, expectativas y perspectivas personales y de grupo, debe dejar paso a la era del cumplimiento, de la certeza y el acatamiento de la visión del México por el que las grandes mayorías votamos.

Los que ya se van (para fortuna de los mexicanos), lo hacen desbordando optimismo sobre la economía mexicana, al grito de “contemos también lo bueno”, los círculos de poder, nacionales, ¡tocaban fanfarrias! el ex presidente, Enrique Peña Nieto, afirmó en una reunión en días pasados ante connotados personajes de las finanzas y grandes empresarios, “que el país que deja puede convertirse en una potencia económica gracias a las reformas estructurales impulsadas por su gobierno”, que dieron gran fortaleza a la economía nacional, la cual, en su opinión mantiene su crecimiento en condiciones de estabilidad económica y financiera.

Pero en la realidad, la economía mexicana no tiene ni ha tenido durante las últimas tres décadas, un alto dinamismo que presume Peña, ni tiene tampoco un futuro tan promisorio como aseguran los panegiristas y corifeos del antiguo régimen. México desde los ochentas, ha tenido un comportamiento productivo mediocre en todos los sentidos (económico, científico, tecnológico y cultural). La tendencia al crecimiento mediocre e insuficiente se acentuó durante las administraciones panistas de Vicente Fox y Felipe Calderón y la priista de Enrique Peña Nieto. En el gobierno de los últimos sexenios, el crecimiento de México se parece al vuelo de los avestruces. A ras de suelo, sin hablar de los indicadores de bienestar, porque en esos estamos como los topos. Hacia abajo.

Durante el periodo 2001-2018, el crecimiento promedio del PIB fue de 2.2% y, entre 2007-2011no obstante el excedente que generaron los precios del petróleo fue todavía menor, al promediar 1.1%, uno de los peores desempeños de los últimos setenta años, lo que mide de cuerpo entero la corrupción e ineficacia de los panistas, pues en los sexenios de los mencionados panistas los excedentes petroleros rondaron los 190 mil millones de dólares, por lo que aún nos preguntamos donde quedó la bolita. Por otra parte al gobierno de Peña Nieto lo caracterizo la corrupción, la impericia, la actitud reactiva y la parálisis del gobierno ante los escenarios que enfrento.

Durante los pasados sexenios los gobernantes nos manejaron el crecimiento económico como la gran variable económica a lograr. Claro el crecimiento del PIB es decir de la producción, es lo que más interesa a banqueros y especuladores, pero nunca mencionaron desarrollo económico variable que mide el bienestar de las personas, misma que no es de interés de especuladores, pero si del interés de los productores y de los consumidores.

Nos presumían el crecimiento, puesto que somos la 15 economía más grande del mundo, pero somos la 74 en el Índice de Desarrollo Humano, instrumento que elabora cada año Naciones Unidas que mede el desarrollo económico de un país, analizando la salud, la educación y los ingresos de las personas, es decir el bienestar individual (no la suma de toda la población), y la cual no esconde la situación de la población entre los agregados nacionales.

En la lista de países con bienestar social no llegamos ni al Top 30 del listado realizado por Naciones Unidas que considera 188 países. De las naciones de América Latina consideradas en el listado, Chile ocupa el puesto 38, Argentina, en la posición 45, son los únicos

que en la región alcanzaron un Índice de Desarrollo Humano muy alto. Están seguidos por Uruguay puesto 54, Panamá 60, Trinidad y Tobago 65, Costa Rica 66, Cuba 68, todos por encima de México. Y todos abajo en la lista de PIB de México. Es decir somos un país rico poblado de pobres.

El nuevo gobierno recibe un país en una bancarrota total, con una deuda cercana a los 10 billones de pesos (el 46% del PIB), por los cuales hay que pagar aproximadamente 713.842 millones de pesos más o menos un 2,9 % del PIB. Imagine cuántos hospitales, escuelas y carreteras se podrían construir con este dinero (los puros intereses de la deuda sobrepasan el PIB de algunos de los países de Centroamérica).

Pero el más grave problema que enfrentará el nuevo gobierno, es sin lugar a dudas la infame desigualdad que mancilla a nuestro país. Ostentamos según la revista Forbes el “honrroso” vigésimo lugar en el mundo como residencia de archimillonarios. Pero lucimos también el nada honrroso blasón del sexto lugar en pobreza infantil de los países de la OCDE (20 millones de niños) y está entre los países con más seres humanos pobres del mundo.

A propósito de “contar también lo bueno” en el sexenio de gobierno que por fortuna termino, el número de personas bajo la línea de pobreza sobrepasó los 62 millones, es decir que no cuentan con ingresos suficientes para vivir con decoro, de los cuales, alrededor de 17 millones se ubican en pobreza extrema, sin contar que el 70% de los bienes y propiedades de la Nación lo detenta menos del 10% de la población. Sector este último en el que está concentrada en menos del 1% el equivalente a la riqueza que posee el 95% de la población total.

Pero la bancarrota no solo es en lo económico, también es el mismo panorama en lo social. Los mexicanos estamos encolerizados, iracundos, rabiosos, quizá la palabra que mejor describe el ánimo social sea encabronados, debido a la falta de estado de derecho lo que motiva que prevalezca la corrupción, el crimen organizado y desorganizado, la impunidad, el saqueo de la riqueza nacional y los abusos de poder. Una patria huérfana abandonada a su suerte, silenciada y desfigurada.

De estas premisas parten los que a mi juicio son los dos grandes retos del gobierno que encabeza López Obrador. En primer lugar es imperante restablecer el estado de derecho, pues sin él no será posible la paz social ni el desarrollo nacional, y redistribuir el ingreso, tiene toda la razón. Primero los pobres, pues sin un mayor ingreso de las familias no crecerá la demanda y, por tanto tampoco la inversión ni el empleo, es decir sin mejorar el ingreso familiar el progreso es imposible.

Una de las experiencias más dolorosas que podemos llegar a vivir es la desaparición de un ser querido en circunstancias misteriosas. Enfrentar de golpe la brutal noticia de que una hija, hermano, esposa o padre simplemente ya no regresó a casa y sufrir el tormento de no saber qué ocurrió,  quién se los llevó y por qué. Es como vivir en el infierno.

Me refiero a la desaparición forzada de personas, fenómeno que en los últimos años se ha convertido en uno de los crímenes más crueles y que en San Luis Potosí desafortunadamente alcanza cifras alarmantes.

Se consideran víctimas de una desaparición forzada tanto la persona desaparecida como su familia. Por tanto se reconoce el derecho de los familiares a conocer la verdad sobre las circunstancias de su desaparición, la evolución y resultados de las investigaciones y la suerte de la persona que se ha esfumado. Derechos que en la mayoría de los casos son burlados por la autoridad.

El Registro Nacional de Datos de Personas Extraviadas o Desaparecidas (RNPED) reporta que hasta enero de 2018 se contabilizaban un total de 35,417 personas desaparecidas en México y el problema seguía creciendo.

En nuestro estado en medio de contradicciones, ocultamientos y maquillaje de cifras  se acepta por parte de la autoridad que la desaparición de personas existe. La Fiscalía General del estado admite que  en 2017 se denunció la desaparición de 502 personas (263 mujeres y 239 varones), de las cuales 132 continúan sin ser localizadas.

Tan solo en el mes de julio de 2018 se reconoce que 32 personas desaparecieron sin dejar rastro alguno. La ciudad capital y los municipios de Valles y Matehuala son los que más casos de desaparecidos reportan. Otros municipios donde también se registran desapariciones son Tampamolón, Soledad de Graciano Sánchez, Tamuín, Tamazunchale, Villa Juárez, Ciudad Fernández, Villa de la Paz, Salinas y Rioverde.

La mayor parte de las personas que se reportan como desaparecidas y no localizadas en San Luis Potosí son jóvenes, muchas de ellas mujeres.

La explicación que los funcionarios encargados de estos temas dan acerca de las causas que originan la desgracia es que los jóvenes son la población más vulnerable porque andan en malos pasos o porque su estilo de vida los expone a sufrir un  “levantón” o secuestro.

Por otro lado se ha comprobado que la guerra entre bandas del crimen organizado por el control de las plazas explica la mayor parte de los secuestros y levantones que ocurren. Los criminales utilizan la violencia extrema para imponer su ley y mantener el controlar de su territorio. Actúan en forma desalmada para arrebatar espacios a sus competidores y para realizar venganzas. El “ajuste de cuentas” contra miembros de cárteles enemigos incluye la desaparición forzada y esto aumenta la estadística de ejecuciones y desaparecidos.

La desaparición de personas también ocurre porque muchos ciudadanos que son extorsionados dejan de pagar la cuota que se les ha impuesto (derecho de piso) y entonces como desquite son secuestrados y utilizados para exigir rescate a sus familias. Lamentablemente muchas de estas víctimas ya no regresen con sus seres queridos. Son asesinados y por lo general enterrados en fosas clandestinas.

Es frecuente asimismo que por puro gusto algún sicario levante a una guapa jovencita para llevársela como pareja sentimental. Igualmente se ha llegado a comprobar que el secuestro de mujeres jóvenes se realiza como parte de la operación de trata de personas que es una de las ramas de los negocios que manejan las bandas del crimen organizado. Muchas de estas damas pasan por desaparecidas porque jamás vuelven con sus familias ya que literalmente viven en cautiverio y son explotadas en el comercio sexual.

Para las familias que sufren la desaparición de un ser querido la respuesta de las autoridades es casi inexistente. Esto provoca un sentimiento de impotencia, frustración y rabia. Son los propios familiares los que con el apoyo de organizaciones de la sociedad civil emprenden la búsqueda de los desaparecidos ya que lamentablemente las autoridades son omisas y solo simulan investigar. Por eso los ciudadanos no creen en las instituciones responsables de procurar e impartir justicia.

Defensores de derechos humanos, académicos y familiares de los desaparecidos opinan que mientras las autoridades propicien la impunidad y toleren la corrupción en los mandos policiacos habrá un campo fértil para que se sigan cometiendo desapariciones forzadas.

Irrita a la sociedad comprobar la ineficiencia de las autoridades responsables de brindar seguridad a los ciudadanos. Estas fallas hacen pensar en un gobierno con responsabilidades políticas por su falta de resultados y por el desgobierno que se vive en materia de seguridad pública.

No se podrá hablar de respeto y vigencia de los derechos humanos en San Luis Potosí mientras no se solucionen todos los casos de desaparición forzada de personas que han ocurrido. El gobierno estatal y en particular la Fiscalía General del estado tienen una deuda pendiente con la sociedad en esta tragedia que afecta a cientos de familias.

Las víctimas tienen derecho a saber qué pasó, dónde están sus seres queridos y a recibir justicia y reparación del daño.

 

 

- "Si me matan, sacaré los brazos de la tumba y seré más fuerte"

Fueron ahorcadas y golpeadas. Luego arrojadas a un barranco dentro de su propio vehículo. Sus asesinos hicieron esto para que se pensara que había sido un accidente.
María Teresa, Minerva y Patria Mirabal, conocidas como “Las Mariposas”, fueron víctimas de un asesinato de Estado ordenado por el entonces dictador de República Dominicana, Leonidas Trujillo. Sucedió en la república Dominicana un 25 de noviembre de 1960.
Este trágico acontecimiento fue el que llevó a la Asamblea General de las Naciones Unidas, en diciembre de 1993, a decretar el 25 de noviembre como el día internacional de lucha contra la eliminación de la violencia contra las mujeres. Fecha en la que se confirma el compromiso para que las mujeres del mundo puedan gozar de igualdad, seguridad, libertad, integridad y dignidad a que tienen derecho todos los seres humanos.

"Si me matan, sacaré los brazos de la tumba y seré más fuerte" decía Minerva Mirabal cuando le advertían que el dictador Trujillo preparaba un atentado mortal contra ellas, las valientes “Mariposas”.
Las hermanas Mirabal fueron activistas comprometidas que lucharon contra el despotismo de Trujillo. Al morir tenían entre 26 y 36 años de edad. Eran universitarias y madres de familia. Su cobarde asesinato aquel 25 de noviembre dejó en la orfandad a cinco chiquillos. Desde entonces su sacrificio se convirtió en emblema de la No Violencia contra las mujeres.
El mandato.
El actual Secretario de la ONU, el portugués António Manuel de Oliveira Guterres ha dicho que: “hasta que las mujeres y las niñas, que constituyen la mitad de la humanidad, vivan sin miedo, sin violencia y sin inseguridad diaria, no podremos afirmar realmente que vivimos en un mundo justo y equitativo."
Por eso el pasado 25 de noviembre, como cada año, fuimos testigos de la realización de jornadas de reflexión y crítica, actos de protesta y de simbolismo valiente para echar en cara a la sociedad que lamentablemente se siguen cometiendo miles de actos de violencia contra las mujeres en el mundo.

La Declaración sobre la Eliminación de la Violencia contra la mujer emitida por la Asamblea General de la ONU en 1993, define la violencia contra la mujer como “todo acto de violencia que tenga o pueda tener como resultado un daño o sufrimiento físico, sexual o sicológico para la mujer, así como las amenazas de tales actos, la coacción o la privación arbitraria de la libertad, tanto si se producen en la vida pública como en la vida privada.”

La violencia contra mujeres y niñas sigue siendo una práctica cotidiana en nuestra sociedad. Una violación de derechos humanos extendida, persistente y devastadora. Esta violencia se manifiesta de múltiples maneras: en forma física, verbal, simbólica, psicológica y sexual.
Es practicada por la pareja o compañero sentimental y también por muchos hombres que ven a las mujeres como seres inferiores. La violencia se vive a través de maltrato psicológico, violencia física, violación conyugal y en casos extremos en feminicidios. La observamos también a través de insinuaciones sexuales no deseadas, abuso sexual infantil, matrimonio forzado, acecho, acoso callejero y acoso cibernético.

En nuestro país.
En los últimos 32 años en México se han cometido 52 mil 210 feminicidios según un informe de la Secretaría de Gobernación. Un reporte más reciente afirma que de 2015 a 2017 las procuradurías estatales han abierto 1,640 carpetas de investigación por el delito de feminicidio. Estas estadísticas comprueban que los esfuerzos gubernamentales para atender la violencia feminicida han fracasado.


En lo que a nuestro estado concierne la violencia de género no cesa. Su expresión más dramática son los 53 feminicidios ocurrido en este año.
Con justa razón los grupos de feministas locales y las familias de las víctimas se expresaron con bravura el pasado 25 de noviembre exigiendo “¡Ni una más! ¡Ni una asesinada más!”, ¡Detengan la ola de asesinatos!

En San Luis Potosí se cometieron en 2015 siete feminicidios, en 2016 once, 18 en 2017 y en este año que está por concluir ya se registran 53 muertes violentas de mujeres. No todos los casos han sido calificados como feminicidios, solo 28, pero esto no debe ser consuelo o justificación como pretende la Fiscalía General. La realidad dura y cruda es que en nuestro estado se está matando de forma inhumana a las mujeres.
Ocupamos el vergonzoso 5o. lugar nacional en feminicidios según lo declaró el subsecretario de Derechos Humanos, Población y Migración de la Secretaría de Gobernación, Alejandro Encinas durante el Foro Ciudadano por la Reconciliación y la No Violencia realizado en el Colegio de San Luis el pasado 12 de octubre.

De poco o nada ha servido la Declaratoria de Alerta de Género que fue promulgada para nuestro estado desde el 21 de junio del 2017 y que incluyó a los municipios de San Luis Potosí, Tamazunchale, Ciudad Valles, Tamuín, Soledad de Graciano Sánchez y Matehuala. La muerte violenta de mujeres sigue imparable y las autoridades han sido incapaces de aplacar la tragedia.

Incomprendidas y estigmatizadas por sus tácticas de lucha las feministas tienen razón cuando exigen: “Queremos justicia y queremos que cese la violencia en contra de las mujeres en el estado de San Luis Potosí. Cada vez se ve un incremento mayor de la violencia, lo podemos ver en las estadísticas de los feminicidios que van en aumento, pero también tenemos mucha violencia sexual. Ante la ola creciente de feminicidios, la exigencia de seguridad en las calles, justicia para las víctimas, respuestas para las madres de niñas y mujeres desaparecidas, además de la implementación efectiva de la Alerta de Género hace necesario que ya tengamos resultados palpables”.

El reclamo es justo. Las autoridades estatales y municipales tienen la palabra y una gran deuda con la sociedad y con las familias de las mujeres victimadas. Por ello seguirá retumbando en todo el país y en nuestro estado el grito: “¡Ni una más!”