- Sí existe en México un político que ha podido construir una carrera gracias a los órganos electorales ciudadanizados, es precisamente Andrés Manuel López Obrador, y ahora quiere abrogarlos para erigirse dictador.
Por Efraín Klériga
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Acabar con el INE, el CIDE, el INAI, la UNAM, en lo particular, y en general con todo organismo o poder autónomo, es el punto axial de la política obradorista.
Andrés López Obrador aspira a tener plenos poderes y ningún impedimento para asirse a la presidencia de la República en un pacto con la eternidad.
Y precisamente el Instituto Nacional Electoral es el órgano que le pondría la primera tranca para alargar su mandato al estilo de los dictadores bolivarianos.
Los embates obradorista contra el Instituto Nacional Electoral no son nuevos, y todo indica que el recorte presupuestal para 2022, resultó capicúa política.
El INE aprobó el pasado 17, por seis votos a cuatro, aplazar la consulta sobre la revocación del mandato de López Obrador por falta de recursos.
El Consejero Presidente, Lorenzo Córdova dijo que del recorte presupuestal de cuatro mil 913 millones de pesos, que hicieron los diputados afines López Obrador, el organismo solo pudo compensar mil 503 millones de pesos con ajustes y estableciendo metas de ahorro, insuficientes para realizar la consulta el 10 de abril.
La susodicha consulta de revocación era un camelo que buscaba dejar en el inconsciente colectivo la posibilidad de que López pudiera ser ratificado en el cargo.
Pero haiga sido como haiga sido, como dijo un clásico de la política nacional, el macuspano aprovecha la coyuntura para arreciar el golpeteo.
Construir un órgano electoral creíble fue una lucha de demócratas desde el mismo gobierno, los partidos, la academia y los medios.
Ni López ni sus mercenarios de la política se cuentan entre quienes lucharon para construir órganos constitucionales autónomos y de participación ciudadana.
Una serie de transformaciones que comenzaron en la década de 1990, dieron por resultado un Banco Central independiente, un ombudsman y un órgano electoral.
El órgano electoral vino con un tribunal electoral también autónomo que fuera la última instancia jurisdiccional para dirimir conflictos electorales.
Luego vinieron los institutos para regular la transparencia, la energía, las telecomunicaciones, para auditar el manejo de dinero público.
En los 90 el PRI y prensa pagada intentó cerrar el paso a la credencial electoral con fotografía, a las urnas transparentes y al uso de tinta indeleble.
Las instituciones democráticas fueron la Perestroika y la Glandsnot mexicana, instituciones que López mando “al diablo” en 2006 y 2012, pero aplaudió en 2018.
López Obrador, aunque trata de que su feligresía crea que él es un demócrata, en los hechos jamás lo ha sido y nunca ha aceptado los resultados adversos.
Cuando el macuspano habla de “su cambio verdadero”, que, “ya no es el gatopardismo”, de lo que habla es de la involución hacia el priismo hegemónico.
Manuel Bartlett, uno de los más cercanos colaboradores de López, fue precisamente el último presidente del Comisión Federal Electoral que perpetró un fraude electoral.
La corrupción que ha sido revelada en su familia, en sus principales colaboradores, en su Fiscal General, en su ombudsperson, es el cambio.
El INE ciudadano surgido tras la Reforma Política de 1996, es obra del entonces senador José Luis Lamadrid Sauza, y contó con la voluntad política del presidente Ernesto Zedillo.
Con ese INE terminó la hegemonía del PRI, la izquierda pudo tomar el control político de Ciudad de México y surgieron cuatro presidentes democráticamente electos.
En la discusión en Gobernación, los entonces dirigentes del PRD y del PAN, Porfirio Muñoz Ledo y Felipe Calderón Hinojosa, lucharon duro por reformas reales.
Pero los nombres de Andrés Manuel López Obrador, Ricardo Monreal, Marcelo Ebrard, Claudia Sheinbaum, no estaban, ellos son usufructuarios de esa democracia…
Ellos son del Grupo de Puebla, el de los dictadores bolivarianos, que buscan un rol activo y protagónico para el Estado, y un gobierno fuerte y obeso
Destruir los organismos públicos autónomos (OPAs) para montar un estado hegemónico, con un ductor que rija tres poderes sin cortapisa, es su meta.
- Se llama fanático a quien cree exageradamente en algo y cortesano al que sirve obsequiosamente a un superior, usted decida el caso Poniatowska.
Por Efraín Klériga
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Cuando una Premio Cervantes llega a las frases trilladas para hablar de un presidente es porque no hay mucho que decir del personaje.
La Princesa Polaca —lo es por linaje— como le decía Carlos Fuentes, aludió muy desafortunadamente a Andrés López Obrador.
Elena Poniatowska, con lugares comunes, con leyendas urbanas, lo comparó con un rey polaco quien solamente para sus descendientes fue un gran rey.
"Ser Presidente tienes todo un país a tus pies, pero todo un país a quienes puedes y debes resolver todos sus problemas", dijo a Reforma.
"Y no es cosa de, perdona la expresión popular, 'enchílame otra'." Y aquí le agrego "Si las cosas fueran sencillas, cualquiera las haría".
Lo peor no fue lo trillado, sino que lo comparó con un su antecesor, Estanislao II de Polonia, personaje de una de sus novelas y la otra será de AMLO.
La Princesa Polaca, ya mexicana y "polaca" por grilla, resulta que compara al tabasqueño con un rey que abdicó y entregó el poder a Rusia.
Pero además de abdicar y entregar el poder, pasó sus últimos tres años en San Petersburgo, lamentándose en un palacio y sin miserias.
Espero no sea mala señal, pero es difícil olvidar que fue un López quien cedió el 55 por ciento del territorio a Estados Unidos hace 173 años.
Lo peor: El macuspano de las mañaneras, se distingue por haber salido de pleito de todos sus cargos, incluido el de Jefe de Gobierno del Distrito Federal.
Lo que si nos deja la Princesa Polaca y con la claridad, es que los fans de López, el llamado chairaje, lo ven con el corazón y no con el cerebro.
Lo califican con una leyenda tejida con medias verdades de la oposición, leyenda que sigue tejiendo AMLO, según quien: México en 2018 era tierra baldía.
Algo similar a la Comala de Pedro Páramo, donde pasaban cosas como en "La muerte pide permiso", de Edmundo Valadés.
Elenita dice que el macuspano recibió un palacio vacío, y además, ya en sesudas elucubraciones encontró que ser presidente es más difícil que ser candidato.
El que es gallo donde quiera canta y, diría mi amigo El Melcochas quién cita al Filósofo de Güémez: "Todo lo hondo es bien profundo".
Y es tan difícil ser presidente que el macuspano no ha logrado crear un solo empleo en términos reales, y el ingreso por persona ha caído.
Es tan difícil que, mientras se retrae la inversión privada a niveles histórico, la inversión pública se lastra con la deuda y pérdidas de Pemex.
Tan no es enchílame estas que la delincuencia organizada sigue enchilando a todo el país, y que la pandemia ya se enchiló a más de medio millón.
Si comparamos fans y críticos laureados, veríamos que mientras Elenita lo justifica, Enrique Krauze lo llama destructor, y uno ha de tener razón.
"Es difícil, es lento, hay muchos problemas que vienen desde hace tiempo'', explica la Princesa Polaca para justificar el desmadre de país.
Los "neoliberales" Salinas, Zedillo, Fox, Calderón, Peña, no encontraron un país sin problemas ni creo que Elenita no sepa que el macuspano prometió soluciones mágicas.
Es más sensato Krauze: "Ha destruido (AMLO) instituciones y ha desgarrado la concordia básica mexicana con una actitud de polarización que es muy preocupante".
"¡Irremediablemente confundido! La gente de antes era más honrada que la de ahora… yo soy de antes, pero vivo ahora", explicaría el Filósofo de Güémez.
Pero la defensa de Elenita en realidad no viene del tanto amor sino de la conveniencia, porque mal no le ha ido desde que escribió su libro sobre AMLO.
Como escribió César Garizurieta Vega : "vivir fuera del presupuesto es vivir en el error".
- Luego de tres años de gobierno el pueblo no está "feliz feliz" como proclama Andrés Manuel López Obrador.
- Y mientras los datos muestran que malestar y la depresión crecen, aumenta también la aprobación presidencial ¿Es un suicidio colectivo?.
Por Efraín Klériga
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El asunto no es alegre; el empleo se retrae, la canasta de productos de primera necesidad encarece, y la inversión empresarial se ausenta.
Los servicios públicos en los tres niveles de gobierno disminuyen calidad; la atención médica, la educación, la seguridad públicas, colapsan.
El gasto de inversión en funciones de desarrollo social, de enero a octubre 2021, cayó 24 por ciento comparada con igual periodo de 2018.
Las participaciones pagadas a entidades federativas y las aportaciones federales no han dejado de caer, mostrando la vocación centralista de la Cuatrote.
En el gobierno de Andrés Manuel López Obrador suman 109 mil homicidios en 35 meses, 120% más que Calderón y 40% más que Peña.
Mientras la delfina Claudia Sheinbaum dice que la entidad que gobierna es la mejor interconectada, el Gobierno Digital está in extremis.
Sobre el crecimiento económico del país se ciernen ya nubes de una tormenta perfecta y muchos señalan que México vive una estanflación: inflación sin crecimiento.
El problema de la inflación no es si está atizado por la economía global, sino que no hay un plan gubernamental para contenerla en México.
El empleo de menos de dos salarios mínimos, incluso el de menos de un salario, van en aumento, y los de más de tres minisalarios reducen.
Entre 2018 y 2020, un 61 por ciento de las empresas extranjeras que invierten en México disminuyeron sus capitales, señalan datos de la Secretaría de Economía.
El indicador anual de la Inversión Fija Bruta, o los gastos empresariales en maquinaria, equipo, construcción, muestran a septiembre que sigue en caída libre.
Según la primera Encuesta Nacional de Bienestar Autorreportado, el balance anímico de los mexicanos se ubica en 5.07 en una escala de -10 a +10.
El sondeo realizado por el Inegi, afirma que 43% de los adultos no sabe si podrá cubrir los gastos del mes, "11.3% manifestó incertidumbre al respecto".
Hasta un 15% perdió el empleo o cerró su negocio el último año y no tiene aún empleo o no ha podido reabrir su negocio.
Al menos en Tamaulipas, San Luis Potosí, Zacatecas, Nayarit y Baja California los negocios pagan "derecho de piso" a la delincuencia.
Las ventas nominales acumuladas al onceavo mes de 2021 en las tiendas afiliadas a la Antad sumaron mil 169 millones de pesos.
Las ventas nominales acumuladas al onceavo mes de 2019 de las tiendas Antad fueron por mil 235.6 miles de millones de pesos.
En 2019 la Asociación Nacional de Tiendas de Autoservicio y Departamentales reportaba asociadas 59 mil 300 tiendas, "más de 23.3 millones de metros cuadrados"
En 2021 la Antad reporta 68 mil tiendas y una superficie total de venta de más de 24 millones de metros cuadrados. Más tiendas menos ventas.
Pacientes con enfermedades crónico-degenerativas quienes recibíamos medicamentos del IMSS o Issste, ahora compramos o comenzamos un Plan B.
Ahora el Seguro Popular ya no es seguro y menos popular y el Instituto de Salud para el Bienestar ni otorga salud ni bienestar.
La venta de medicamentos genéricos incrementó 20 por ciento en tres años, los laboratorios "corruptos" castigados por AMLO, venden más.
Esos laboratorios o los mayoristas ya no tienen que ofrecer su producto en concursos al mejor precio, ahora venden al detallista.
Mientras el ingreso cae, y aumentan narcoviolencia, corrupción gubernamental, dislates presidenciales, la aprobación de AMLO mejora.
Todo indica que sólo funciona bien el aparato oficial de divulgación, lleno de lloriqueos del Presidente que, para todos los problemas encuentra culpables.
Y si lo económico y social fuera el único espanto, pero las decisiones de López en su intento de fundar una autocracia, lesionan el Estado de Derecho.
Peor: En México ya no hay un defensor de los derechos humanos, ya no hay un defensor de los contribuyentes, y ahora van por la transparencia y el sufragio efectivo.
Es un horror vivir con Obrador…. López sí es un peligro para México, y lo peor, se quiere reelegir.
- El Presidente, bajo el argumento de que su pecho no es bodega, se da la libertad de descalificar a quienes no concuerdan con su proyecto o lo cuestionan.
Por Alejandro Moreno
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Estos tres años de gobierno han sido también tres años de conferencias matutinas del presidente Andrés Manuel López Obrador: las mañaneras. Vale la pena hacer un corte de caja desde la perspectiva de la opinión pública y de la comunicación política.
1. Al inicio, las mañaneras gustaron mucho, pero sufrieron un fuerte desgaste en imagen durante el primer año de gobierno.
A nivel nacional, la opinión favorable bajó de 72 a 44 por ciento, entre enero de 2019 y febrero de 2020, según las encuestas de EL FINANCIERO. Daba la impresión de que sería muy difícil sostenerlas con ese deterioro de imagen, pero también por lo que implican física, logística y discursivamente.
2. Pero las mañaneras han venido recuperando apoyo ciudadano y ya llevan seis meses consecutivos en este año con una opinión mayoritariamente favorable y al alza, alcanzando 59 por ciento en noviembre. Más allá de si se está de acuerdo o en desacuerdo con los contenidos o con el estilo de comunicar del Presidente y sus colaboradores, las mañaneras han recobrado vitalidad.
3. Y lo más probable es que en ningún momento se han debilitado como mecanismo comunicacional y de fijación de agenda. Los temas que aborda el Presidente cada mañana, y la forma como los aborda, han dominado la comunicación política en estos tres años.
4. La encuesta nacional de EL FINANCIERO realizada en noviembre preguntó:¿En la última semana vio usted alguna conferencia matutina del presidente López Obrador?" El 9 por ciento dijo que sí vio alguna en vivo, el 22 por ciento vio algún resumen y el 69 por ciento no las vio. Es importante preguntarse qué tanto se ven, pero también qué tanto se reproducen y viralizan.
5. Según la encuesta, las mañaneras las ven los hombres un poco más que las mujeres, las personas entre 30 y 49 años de edad, los entrevistados con estudios universitarios y la clase media más que las clases bajas. Políticamente, quienes más las siguen son los morenistas y, sobre todo, quienes aprueban mucho la labor del Presidente.
6. Este perfil político de la audiencia da un poco de sustento a quienes las han comparado con homilías dirigidas a los fieles y devotos. Algo hay de eso. Las mañaneras son el espacio donde se ha ido tejiendo el credo de la llamada cuarta transformación. No sólo se ocupan de información gubernamental, sino también de articulación ideológica, de promoción propagandística, de contranarrativas y de spin. La mera noción de cuarta transformación comenzó como spin, algo meramente discursivo.
7. En las mañaneras se ha venido acotando a la crítica y a los críticos. El Presidente, bajo el argumento de que su pecho no es bodega, se da la libertad de descalificar a quienes no concuerdan con su proyecto o lo cuestionan. La sección de Quién es Quién en las Mentiras podría ser un valioso mecanismo de fact-checking, pero suele ser un laboratorio de spin.
8. ¿Y qué es spin? El comentarista político Bill Press señalaba que el spin no es una verdad, pero tampoco es una mentira, sino algo intermedio: es ajustar la verdad de manera que las cosas se vean tan bien –o tan mal–como sea posible. Quizás esto le recordó a usted las mañaneras en las que se dijo no es falso, pero se exagera", o no es falso, pero tampoco es verdadero". Eso es spin o, mejor dicho, spinning the spin. Entre las diversas formas de spin está la de darle un giro argumentativo a una mala noticia para que suene buena. A eso nuestras nuevas generaciones de las redes sociales le llaman maroma". Los políticos suelen contratar spin doctors para ese tipo de trabajo, aunque muchos de ellos son, de hecho, spin masters.
9. Según el periodista Howard Kurtz, la Casa Blanca con Bill Clinton tenía una maquinaria de propaganda que consistía en un equipo de spin doctors encargado de minimizar los escándalos y de neutralizar a una prensa hostil. El rasgo principal era la obsesión por el spin, aun a expensas de la verdad.
10. Pero regresemos a México: las mañaneras han dominado el flujo informativo en el país, y será muy importante ver qué tanto han influido en las creencias de los mexicanos. Gobernar requiere comunicar, y en la comunicación es muy natural el spin.
Las mañaneras son un espacio de agenda-setting, sí, pero también de spin control. Y como bien explica Bill Press, no debemos confundir spin con mentiras.
1 Bill Press, Spin This! Nueva York: Pocket Books, 2001.
2 Howard Kurtz, Spin Cycle: Inside the Clinton Propaganda Machine. Nueva York: Free Press, 1998.
- Es un hecho que los punteros de Morena, Claudia Sheinbaum, Marcelo Ebrard y Ricardo Monreal, en ese orden, han ido mejorando sus bonos ante la opinión pública nacional.
Por Alejandro Moreno
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Las encuestas que publicó EL FINANCIERO esta semana sobre los aspirantes a la candidatura presidencial de Morena en 2024 documentan la trayectoria de su imagen pública desde 2019. Es una trayectoria de altibajos que muestra, no obstante, una tendencia general al alza. A pesar de la notable caída registrada en mayo pasado, atribuible al colapso de la Línea 12 del Metro, es un hecho que los punteros de Morena, Claudia Sheinbaum, Marcelo Ebrard y Ricardo Monreal, en ese orden, han ido mejorando sus bonos ante la opinión pública nacional.
Ver la trayectoria en la imagen de esos personajes es importante porque el nombramiento de la candidatura presidencial estará sujeta a lo que digan las encuestas del partido; pero también es importante saber el tipo de apoyo que capta cada quien. Saber quién apoya a quién nos ilustra los lazos de identificación y de representación política entre líderes y ciudadanos. Ofrezco aquí una radiografía de esos lazos con base a la encuesta nacional más reciente de EL FINANCIERO, realizada en noviembre.
1. Sí hay una brecha de género: Claudia Sheinbaum atrae más apoyo entre las mujeres que Ebrard o Monreal. Los tres aspirantes tienen una sólida trayectoria política y de gobierno, pero habrá que tener en cuenta la ventaja que significa para Sheinbaum ser LA opción femenina. Otras corcholatas mencionadas por el presidente López Obrador, como Rocío Nahle o Tatiana Clouthier, tienen menos presencia en las encuestas, así como en las propias señales que envía el Presidente al electorado. Los movimientos de mujeres han representado un desafío a los gobiernos federal y de la CDMX, por lo que contar con una brecha de género a su favor le da a Sheinbaum un alivio en estos inicios de la maratónica carrera rumbo a 2024.
2. Marcelo Ebrard se ubica actualmente algunos puntos detrás de Sheinbaum en las encuestas, pero la supera con cierta claridad en las preferencias de la clase media urbana. Al parecer, la disputa en Morena reflejará una división de clase, muy acorde a la narrativa de la 4T: a Sheinbaum la apoya más "el pueblo", mientras que a Ebrard lo apoya más el segmento "aspiracionista" del electorado. Parece una lucha de clases.
3. Ideológicamente, quienes apoyan a Sheinbaum están ligeramente a la izquierda de los ebrardistas, y notablemente más a la izquierda que los monrealistas. La jefa de Gobierno de la CDMX también capta más morenistas que sus rivales y, si bien Ebrard tiene tanto apoyo como ella entre los entrevistados que más aprueban al Presidente, Sheinbaum atrae más al voto duro del lopezobradorismo, el que está más a favor de medidas como el decretazo, la reforma eléctrica o la creciente labor del Ejército en diversas tareas. Ahí se ve el efecto de las señales del Presidente: ella es la candidata "oficial". Por su parte, Monreal capta más apoyo entre quienes no aprueban la labor del mandatario, lo cual lo convierte en el aspirante "antisistema" dentro del sistema. No quiero especular, pero eso abre la puerta a que una ruptura influya en los ánimos del electorado centrista dispuesto hoy a votar por Morena.
4. En los temas progresistas, otra cara de la ideología, Ebrard capta más apoyo que Sheinbaum entre quienes están a favor del matrimonio igualitario, la legalización del uso de la mariguana y el derecho de la mujer al aborto. Marcelo es, en ese sentido, la principal opción de los progres. Habrá que ver si Sheinbaum se conforma con ello o si la empezamos a ver moviéndose hacia posturas que le generen más simpatías entre esos segmentos.
5. Las redes sociales jugaron un papel muy importante en la movilización de apoyo pro AMLO en las elecciones de 2012 y 2018, y es muy factible que la contienda morenista rumbo a 2024 tenga un campo natural de batalla en las benditas redes. Por lo pronto, la encuesta revela que Sheinbaum cuenta con más apoyo entre usuarios de Facebook, YouTube e Instagram, mientras que la balanza de Twitter se inclina hacia Ebrard.
Como señalé en el punto 1, estamos en los inicios de una maratónica carrera rumbo a las elecciones de 2024. No soy maratonista, pero tengo la creencia de que correr una maratón no consiste solamente en los 42 kilómetros y fracción el mismo día de la carrera, sino también en los días, semanas y meses de preparación previa. Así estamos en la carrera presidencial, con algunas opciones ya ejercitando el músculo desde ahora y otras todavía sin calentar.
- La captura de nuestras opiniones y las percepciones que tenemos sobre los demás es un método de control político muy bien probado en otras latitudes: nos han robado la vida privada.
Por Rogelio Ríos
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Nada más llega el día 1 de diciembre y parece que un termostato en el alma nos pusiera en automático en un modo nostálgico, meditativo, tristón. Ya llegó otro diciembre, decimos, y con él las posadas, la Navidad, la necesidad de poner buena cara a todos y a todo, la sonrisa forzada que se repite tanto que duele la quijada, ¿cómo vamos a sobrevivir a las Christmas?
Por si fuera poco, al país lo tienen de cabeza y destrozado los políticos mediocres que hoy nos gobiernan. Cuando nos asomamos a la vida pública, el panorama es deprimente al extremo: cambiaron las siglas del partido en el poder, pero los políticos son los mismos de siempre, hay cosas que nunca cambian: el influyentismo, la corrupción, el abuso de poder, las decisiones irracionales, la soberbia del empoderamiento y la vanidad que los consume.
Si sumamos las circunstancias anteriores, la personal y la pública, pues entendemos bien por qué a mucha gente navegar por el mes de diciembre le parece una tarea insoportable.
Si usted me lo pregunta, yo me ubico en el algún punto entre el extremo pesimista irredento y el optimista desbordado, más cargado quizá en este año a la nostalgia y los recuerdos. Lo que trato de evitar a toda costa es que lo público domine a mi vida privada, es decir, trato que no afecten las opiniones y preferencias políticas a la selección de amistades y querencias personales.
El 2021 que ya casi concluye, fue un año que me sorprendió en un tema que ya había atisbado anteriormente, pero que nunca pensé que creciera tanto: la polarización de la vida privada debido a la semilla de división y odio sembrada desde la clase gobernante.
No es difícil constatar en nuestros ámbitos privados cómo se han perdido o deteriorado las amistades, los compadrazgos, las relaciones con familiares, amigos y vecinos a lo largo de este año, el segundo de la pandemia, en la vida pública mexicana.
Me consta en lo personal lo que observo en Monterrey, la ciudad en donde vivo, pero me parece que ese fenómeno se está dando en todo México. Las charlas en el café ya no son las mismas ni los compañeros de mesa nos caen tan bien como antes cuando se ponen a perorar a favor o en contra de un político u otro.
Las carnes asadas regiomontanas, ni se diga. Lo que antes eran discusiones sabrosas sobre equipos de futbol, por ejemplo Tigres y Rayados, ahora son intercambios verbales agresivos sobre los Chairos" y Fifís".
Hay compadres que se dejan de hablar, hermanos que ya no se reúnen, primos a los que ya nadie invita a comer los domingos en casa y en familia porque sabemos que las cosas pueden acabar mal en el ánimo de todos.
No nos hemos dado cuenta, pero esa invasión de nuestra vida privada por parte de los políticos y las ideologías se fue metiendo, como la canción, despacito, muy despacito en los corazones.
La captura de nuestras opiniones y de las percepciones que tenemos sobre los demás es un método de control político muy bien probado en otras latitudes: nos hacen creer que somos nosotros quienes seleccionamos a nuestras amistades y filiaciones, pero no es así: nos han robado la vida privada.
Será por eso que este diciembre del 2021 se siente particularmente pesado, se lo digo yo que soy un optimista incurable. Si me preguntan cómo sobrevivir a otro diciembre, les contestaría que defendiendo a ultranza, de ahora en adelante, mi vida privada y recuperando por completo el libre albedrío: soy yo quien decide a quien amar y a quien no, a quien tener de amigo, con quien tomar un buen café. Soy yo y nadie más, mucho menos políticos oportunistas buenos para el rollo, pero malos, muy malos, para dar buenos resultados.
Atesoremos lo mejor de todos aquellos a quienes estimamos y queremos y respetemos lo que opinen y crean. Demos también lo mejor de nosotros mismos y esperemos respeto, eso nos dejará un grato sabor de boca cuando en enero del año que viene nos acordemos de este diciembre, ¡no lo arruinemos con discusiones banales sobre la política!.