- Son 70 años tejiendo historias y tradición.
- El rincón donde la poesía y el sabor se unen.
Xilitla, S.L.P.- La belleza del Pueblo Mágico de Xilitla, tiene grandes expresiones en la cultura, música, arte, arquitectura y, la gastronomía. Es, para todos los turistas nacionales y extranjeros, visita obligada un rincón para degustar el café, un exquisito pan dulce y las charlas y poesía que enamoran.
Sin duda, el Café y Panadería “Don Nico”, enclavada en el corazón de este hermoso municipio huasteco, en la sierra alta cafetalera, en Ignacio Zaragoza 138 del Barrio La Joyita, es el mejor lugar para deleitar el aromático, con una pieza de pan, un pedazo de pastel o un pan salado.
Fundado en 1948 por Don Nicolás, un hombre recio, de trabajo y visión, comenzó la aventura en un pequeño local ubicado precisamente en calle Zaragoza y casi como un servicio social, era el comerciante que proveía a los pasajeros y conductores de autobuses “Flecha Roja” de un café caliente en la madrugada y un suave pan dulce.
En aquellos años, el “Flecha Roja” llegaba muy temprano, casi de madrugada a “La Joyita” y las personas buscaban de inmediato qué tomar para mitigar el frescor de la mañana.
Fue así como implementó la venta de café para acompañarla con el pan que fabricaba en su casa, bajo viejas recetas de familia y suyas. Así comenzó la tradición de 70 años de “Café Don Nico” en Xilitla y en las zonas aledañas.
Al paso de los años, Don Nico, como le llamaban clientes, amigos y proveedores, se fue especializando en la producción de una mayor variedad de pan dulce, la cual acompañaba de un mejor café con “leche bronca”.
Es el único sitio que ha resistido a los embates de la mercadotecnia, conservando así su originalidad, sabor, exquisitez y tradición.
DESDE 1948
Desde 1948, cuando en la madrugada atendía a camioneros y viajeros, Café y Panadería “Don Nico” sigue atendiendo a partir de las 6:30 horas y hasta las 22:00 horas a decenas, cientos de clientes que se dejan llevar por el aroma del café y el dulce sabor del pan.
Poco a poco, Don Nicolás se fue ganando la clientela, pues su pan tenía un sabor único y el café era el plus de su negocio, porque a su panadería llegaba temprano el lechero para vaciar su producto en grandes ollas que siempre estaban y continúan, hirviendo a “baño María”.
En la repostería y panadería, los maestros panaderos fabrican piezas de artesanía como las roscas de Royal, “chamucos”, huaraches, conchas, bisquets, cuellos, puerquitos, así como también la tarta de manzana con cheesecake, pasteles y otras exquisiteces que hacen de cada mañana, cada tarde y cada noche, un viaje especial en el tiempo junto a una taza de café “americano”, lechero, expresso, capuchino y muchos otros más.
Hoy día, ya son 70 años los que respaldan la tradición de esta cafetería y panadería, la cual ha pasado de generación en generación.
Así que si buscas tomar un café cien por ciento original de Xilitla, acompañado de un pan casero con un sabor excepcional y que en lugar de leche pasteurizada sea mezclado con leche pura de vaca, deben visitar Cafetería “Don Nico”, el mejor lugar para recordar, pensar y vivir la historia.
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