- Obra “chafa” de El Cascabel tuvo su fiesta por primer año sin reparación
- Organismos empresariales y sociedad pusieron en vergüenza a la autoridad
Ciudadanos, organizaciones sociales, empresarios y grupos políticos, le festejaron al Puente “El Cascabel”, en la salida poniente de Ciudad Valles, su primer aniversario sin recibir reparación por parte del Gobierno del Estado.
A un año de haber quedado inutilizado, tras derrumbarse el costado norte de la estructura de hormigón y tierra, debido al uso de materiales de pésima calidad por parte de la empresa constructora propiedad de la familia del Secretario de Desarrollo Urbano Vivienda y Obras Públicas, Leopoldo Stevens Amaro, la sociedad decidió enviarle un mensaje al gobernador Juan Manuel Carreras López, por la ineficacia de su administración en no poder reparar en un año esa obra.
La medida, desde luego le cayó al Ejecutivo Estatal como mentada de madre, porque el festejo contó con pastel, velitas, gorros, dulces, mariachis, grupos musicales y discursos, donde lo menos que se ganó el Gobierno actual y el Ayuntamiento de Cd. Valles –que tampoco ha hecho nada por arreglar la obra- fueron mentadas de madre.
Los restos del Puente “El Cascabel”, obra chafa, infame, horrenda y mal hecha, fueron el escenario para el arribo de decenas de ciudadanos que desde las 10 de la mañana se reunieron para festejar a lo grande la estulticia ante la caída de esta obra, que llegó ya a su primer año de inutilidad.
Convocados por organismos empresariales, grupos civiles y uno que otro incitador, las personas que se reunieron en la Alameda Municipal, marcharon en caminata rumbo al sitio del puente destruido para conmemorar pacíficamente, un año de desatenciones, olvido, abandono, ineptitud e ineficiencia de constructores, funcionarios y autoridades estatales.
Raúl Altamirano Zúñiga, presidente de la Cámara Nacional de Comercio Servicios y Turismo de la Huasteca Potosina, dijo que el evento le dijo al Gobierno del Estado y al Ayuntamiento de Valles con una sátira, que ya está hasta la madre de que a los huastecos los traten como ciudadanos de segunda categoría.
Tras el jolgorio y la sátira, los ciudadanos y organizaciones acordaron elevar el nivel de presión hasta lograr que en el corto plazo se repare la obra, pues la única acción para resolver el problema vial en ese sector, no lo hizo ninguna autoridad sino un civil llamado Ciro Purata Zúñiga, quien prestó una franja de su rancho colindante con el libramiento y el puente, para que se abriera una vía emergente, en lo que el Gobierno resolvía la apuración.
Pasó un año ya… quizá es tiempo de que cobre peaje por el paso por su propiedad.