Será una lucha cuerpo a cuerpo, feroz y de pronóstico reservado// Hay daños colaterales producidos por la selección de candidatos// En Morena el conflicto no termina// Cambios en el equipo de Juan Manuel Carreras.

2 de marzo de 2021.

Todo está listo para que el próximo viernes 5 de marzo inicie la competencia por la gubernatura. Son nueve los candidatos (as) que han recibido el visto bueno de la autoridad electoral para iniciar la conquista del voto. Siete hombres, dos mujeres y un candidato independiente.

En este arranque de hostilidades lo que domina es la incertidumbre. Como en toda democracia madura no es posible afirmar que ya tenemos un resultado fatalmente definido de antemano. Las campañas apenas comienzan. A partir de ahora la victoria dependerá más del perfil de los candidatos, de sus antecedentes –buenos o malos- , de la estrategia que utilicen, en especial de la destreza que tengan para comunicar a través de las redes sociales debido a las limitaciones que la pandemia ha impuesto a las campañas y, también, de la seriedad de sus propuestas de gobierno. Hay partidos que han tenido un buen arranque pero hay otros que no terminan de aplacar los conflictos que se produjeron por la forma en que seleccionaron a sus candidatos.

Pero el hambre de triunfo no se ha visto disminuida y aún en este escenario de conflictos  los partidos han emprendido desde hace semanas una lucha para ganar la atención y preferencia de los electores. Las encuestas han sido la estrategia preferida para intentar colocar en la percepción de los ciudadanos la idea de que hay algunos competidores que ya se perfilan como ganadores. Sin embargo lo cierto es que en este momento las encuestas están siendo utilizadas como herramientas de propaganda para inducir las preferencias y ganar la simpatía de los indecisos, que son un segmento importante de los posibles electores (los cálculos al respecto señalan que son alrededor del 25%).

Las encuestas a modo para posicionar a un candidato o candidata como virtual ganador, son parte de una guerra psicológica que busca inducir el voto ya que muchos prefieren ir a lo seguro, quieren estar con el futuro ganador. Casi a nadie le gusta estar en las filas de los perdedores.

Otro rasgo dominante de la contienda que está por iniciar es el marcado encono que se da entre algunos contendientes. Particularmente entre los más competitivos. Morena y sus aliados versus el partido Verde y ambos contra la coalición “Sí Por San Luis”. Estos competidores ya han protagonizado los primeros episodios de lo que será una guerra de lodo que intoxicará la contienda. Pronto serán exhibidos a plena luz del día los trapos sucios de todos los candidatos, apostándole a la recomendación del dogma propagandístico que recomiendan: “calumnia que algo queda”. Lamentablemente esta perversión de las campañas que surgirá a la vida pública a través de las redes sociales, utilizando ejércitos de activistas digitales, dañará la calidad de la competencia teniendo como probable consecuencia que muchos votantes se abstengan de votar, hartos y asqueados de tanta podredumbre.

Si acaso algún candidato decide privilegiar los argumentos, la mesura y las propuestas que den respuesta a las demandas más sentidas de la sociedad creo que ganará  credibilidad y votos para su causa.

En Morena la espiral del conflicto alcanza las nubes.

Luego de la imposición de la priista Mónica Rangel como candidata de Morena, los conflictos internos no cesan.

Por más esfuerzo que hace el judas de Morena, Mario Delgado Carrillo, para apaciguar la rebelión en la granja potosina, la candidatura de la ex secretaria de salud sigue siendo rechazada por los auténticos militantes y simpatizantes de este partido. La candidatura de Mónica se ha convertido en una manzana envenenada que el PRI le  regaló a Morena.

Frente al caos y con el propósito de arropar a la doctora, la dirigencia nacional de Morena envío al senador suplente Alejandro Rojas Díaz Duran en calidad de apaga fuegos. Pero este iracundo sujeto quiere someter a los insurrectos y ofendidos morenistas a punta de amenazas y descalificaciones. En el acto de registro de Xavier Nava vomitó amenazas contra Gabino Morales y Leonel Serrato, les mando decir que los está vigilando y los llamó traidores y cómplices de un candidato criminal.

Alejandro Rojas, que en Morena es el presidente del club de los deslenguados le ha echado más leña al fuego y ahora deberá hacerse responsable por la agudización de la división en las filas de Morena.

Cambios en el gabinete de Carreras.

Unos de los cambios en el equipo de Juan Manuel Carreras López dado a conocer el día de ayer, es el del nuevo secretario general de gobierno. Llega al más importante puesto del gabinete carrerista Jorge Daniel Hernández Delgadillo. Este conocido funcionario de larga trayectoria es sin duda la mejor opción que tenía el gobernador para atender los complicados temas de la  gobernabilidad, las elecciones, la pandemia y la inseguridad pública. Jorge Daniel ha sido ya en otras ocasiones, en distintos gobiernos, secretario de gobierno y procurador de justicia del estado. Su nombramiento es un reconocimiento a su capacidad, experiencia y lealtad con las instituciones.