- Construir fuerza social y política a través de las urnas.

Para algunos líderes de Morena la coalición “Sí por San Luis” nace de las entrañas del miedo y es además una alianza promiscua. Olvidan éstos críticos que una buena parte de los principales líderes y funcionarios de Morena se formaron en el PRI (Manuel Bartlett, Porfirio Muñoz Ledo, Ricardo Monreal, entre otros muchos), incluido el propio presidente de la república.

Repentinamente olvidadizos nada dicen de la promiscuidad que ellos están practicando al amancebarse con el Partido Verde para competir por la diputaciones federales, ello a pesar de que el Verde es un partido mercenario y un consumado virtuoso del difícil arte de la maroma política ya que lo mismo han sido aliados del PRI, PAN y ahora de Morena.

Las descalificaciones que algunos voceros de Morena hacen a la alianza del PAN, PRI, PRD y Conciencia Popular tienen su origen en el recelo que este entendimiento les ha producido. Como están instalados en la falsa creencia  de que su triunfo  en las elecciones de 2018 se volverá  a repetir mecánicamente en 2021, no se esperaban esta jugada. Están desconcertados. Es obvio que  lo ocurrido en los más recientes comicios de Coahuila e Hidalgo en donde fueron vergonzosamente derrotados les preocupa. Están conscientes que su aceptación entre el electorado está en declive.

Afirmar que la coalición “Sí por San Luis” nace sólo por miedo es una interpretación rudimentaria. La alianza nace como una estrategia que busca sumar  fortalezas. “Sí por San Luis” busca convertirse en una alternativa viable a partir de una amplia convergencia de actores políticos. Surge porque la ley electoral del estado lo permite y en consecuencia, es legal y legítima. Busca construir fuerza política a través de las urnas a partir de un espacio plural en el que dos proyectos, uno de gobierno y otro legislativo, se comprometen en favor de la sociedad, más allá de los hombres que lideran la iniciativa o de quienes  finalmente resulten candidatos de la coalición.

Una campaña política se gana tomando a tiempo decisiones estratégicas. La figura de la coalición ofrece muchas ventajas a quienes deciden adoptarla. Los partidos que la utilizan mitigan sus debilidades y se benefician de las fortalezas de sus aliados; al sumar sus fuerzas los partidos pueden aumentar su influencia; también pueden aumentar su número de votantes y, si ganan, pueden formar gobiernos de coalición, fuertes y unificados con lo que se gana en gobernabilidad y eficiencia gubernamental. Además la coalición puede ampliar y fortalecer su influencia en el Congreso local a partir de una agenda legislativa común.

“Sí por San Luis” tiene como propósito derrotar el pesimismo que el aparato de propaganda del  gobierno de la 4T se ha encargado de sembrar en la mente de muchos ciudadanos en el sentido de que son invencibles y que no hay más alternativa que resignarse, aunque no se esté de acuerdo en la forma en que está gobernando Morena.

PAN, PRI, PRD y Conciencia Popular sin dejar de ser realistas, sin negar la realidad y las fortalezas de Morena, pueden transformar las condiciones de la competencia que está por vivirse.

En la actual coyuntura y a punto de iniciar la disputa por los cargos de elección popular los integrantes de la coalición “Sí por San Luis” utilizarán la política como el arte de construir una fuerza social capaz de cambiar la actual correlación de fuerzas. Es una alianza pensada para restaurar los frenos y contrapesos que la 4T ha ido erosionando. Es un acuerdo que busca fortalecer el federalismo mexicano y alejar los peligros que acompañan la excesiva concentración del poder en un solo individuo o partido. Porque México vive hoy una involución, la pluralidad democrática está en peligro, el equilibrio de poderes y los contrapesos institucionales están siendo desgastados.

Hago una reflexión final: Para que la  coalición “Sí por San Luis” sea una estrategia ganadora es necesario que se declaren temporalmente suspendidas las diferencias y prejuicios del pasado cuando coyunturalmente los que la integran fueron adversarios. Hoy esta alianza ha comprobado que a partir del diálogo respetuoso se puede llegar a acuerdos y construir una agenda común que beneficie a la sociedad. En las próximas semanas el gran reto de ésta coalición es seguir construyendo consensos, darle continuidad a los trabajos de organización de las estructuras territoriales y evitar la confusión y las divisiones.

En la plataforma de gobierno que se ofrezca a la sociedad debe reflejarse la intención de dar  continuidad a lo bueno e invitar a los ciudadanos a no dar un salto al vacío votando por la improvisación, el oportunismo, la inexperiencia y el espejismo que prometen los fingidos redentores de la 4T en San Luis Potosí.