Los dirigentes nacionales menosprecian a la militancia local/ Pretenden lograr todo el control del proceso de selección del candidato a la gubernatura/ Ya decidieron quienes son “dignos” de participar en la encuesta de selección/ Excluyeron a aspirantes valiosos/.

 San Luis Potosí, S.L.P. 1 de diciembre de 2020.

La noche del pasado jueves 27 de noviembre cuando Morena publicó la Convocatoria para la selección de su candidato a la gubernatura inició un nuevo capítulo de conflictos en este partido. El problema surgió cuando el Comité Ejecutivo Nacional decidió quedarse con el control total del proceso de selección del candidato haciendo a un lado la opinión del Consejo Estatal –máximo órgano de decisión local-. Esto provocó desacuerdos y agravios. El ninguneo encendió el ánimo de los militantes potosinos.

Al analizar con lupa las motivaciones de esta maniobra se revela con nitidez una intención siniestra: Imponer a un hipotético preferido y eliminar cualquier injerencia de los grupos locales. Varias disposiciones contenidas en la Convocatoria así lo revelan.

Por ejemplo, en el punto 6 de la Convocatoria se establece que en caso de que se registre más de una solicitud (Sólo se van autorizar 4), “los aspirantes se someterán a una encuesta y/o estudio de opinión realizado por la Comisión de Encuestas para determinar al candidato idóneo y mejor posicionado para representar a MORENA como candidato”.

Inmediatamente surge la duda: ¿Con qué criterio decidió el Comité Ejecutivo Nacional que sólo 4 aspirantes pueden participar en la encuesta de opinión?

Queda claro que la intención es dejar fuera a precandidatos incómodos. Así se evidenció cuando de manera arbitraria y aún antes de la aparición de la Convocatoria Mario Delgado, dirigente nacional, citó en la Ciudad de México a los únicos que según él son “dignos” de ser considerados precandidatos. Fue así que Leonel Serrato, Adrían Esper, Juan Ramiro Robledo y Primo Dothé fueron ungidos como virtuales competidores al contentillo del dirigente nacional. Incluso se les hizo firmar un compromiso de respetar los resultados de la encuesta que definirá al candidato oficial.

Con este acto de exclusión se castró el derecho y legítima aspiración de otros valiosos militantes de Morena que han alzado la mano para competir en la contienda interna pues ya de antemano han sido desechados; tal es el caso de Ricardo Delsol, Octavio García Rivas, Francisca Reséndiz  y Toño Lorca.

Hay un matiz adicional que es reprobable en este acto de discriminación. Resulta que el supuesto compromiso de Morena con la equidad de género no existe ya que al marginar del selecto grupo de los 4 a la única mujer que hasta ahora había expresado tener aspiraciones a la gubernatura se evidenció la falsedad de ésta bandera. Tal vez Mario Delgado no le perdona a Francisca Reséndiz haber sido una de las protagonistas que reventó el plan de ir en alianza con el Partido Verde. Parece una vendetta. Da la impresión que la dirigencia nacional no aprendió la lección que le suministraron hace unos días sus militantes en San Luis Potosí cuando en un acto de resistencia y dignidad dinamitaron la intención de imponerles una alianza con el Partido Verde.

El Consejo Estatal de Morena se inconforma. Inicia una nueva rebelión desde las bases.

Apenas se conoció el contenido de la Convocatoria para la selección del candidato a la gubernatura y empezaron a brotaron las inconformidades. El reclamo fue duro. Un rotundo rechazo a ser excluidos en la toma de decisiones empezó a tomar cuerpo desde el pasado domingo por la noche. Para muchos militantes de Morena hay mano negra detrás de la Convocatoria. Alcanzan a ver que al dejarlos fuera de la jugada una imposición se está gestando. Los más comprometidos militantes de Morena ya han reaccionado para impedir el atropello.

El Consejo Estatal de Morena ha alzado la voz pidiendo a sus dirigentes nacionales que no sea la Comisión Nacional de Elecciones, sino los órganos de gobierno locales, los que elijan a los 4 precandidatos.

En pocos días Mario Delgado tendrá que decidir si atiende esta petición o la ignora. Hay que tomar en cuenta que la Convocatoria señala el 4 de diciembre como el día para recibir las solicitudes de registro de aspirantes. Así que están por vivirse días de tensión que pueden intoxicar aún más el ambiente al interior de Morena.

Poner oídos sordos a este reclamo puede provocar agravios y divisiones en un momento crucial en que sus adversarios avanzan sin mayores conflictos en la selección de su candidato a la gubernatura.