- ¿Será un plan macabro del orden mundial para cambiar la historia?.
El mexicano procura siempre disimular su inseguridad; es muy macho, fiestero, explosivo; guarda resentimientos profundos; le gusta el relajo, frecuentemente le vale madres todo; es alburero; le encanta el chisme, discrimina y en su Yo interior existe un sentimiento de inferioridad y de profunda soledad.
Así lo han caracterizado sociólogos, escritores y psicólogos. Hoy que estamos sufriendo la pandemia del coronavirus han salido a la superficie estos atributos que forman parte de la personalidad del mexicano.
Veamos algunos ejemplos de nuestra psicología colectiva ante la emergencia sanitaria.
El coronavirus es un complot diabólico creado por los chinos.
Nuestra fecunda imaginación es tierra fértil para que se propaguen todo tipo de rumores por fantásticos que parezcan. Por ejemplo, en su momento, miles de mexicanos creyeron que el chupa cabras existía y que por las noches se dedicaba a causar estragos en cientos de comunidades.
Por eso no causa sorpresa enterarnos que desde los primeros días que apareció el coronavirus, muchos mexicanos afirmaran que su existencia se debía a un plan maligno pensado por los chinos para dominar al mundo, poner de rodillas a los gringos y rusos, disminuir la población mundial y vender vacunas para hacerse más ricos.
Chino, chino japonés, come caca y no me des.
Como el maldito virus tuvo su origen en China, rápido surgió nuestro fervor por discriminar lo diferente y extranjero.
Carmen Salinas, famosa comediante que se caracteriza por su ingenio de arrabal y facilidad para el albur, nos regaló una joya de nuestra naturaleza hostil para discriminar.
Tratando de explicar por qué el coronavirus había nacido en China afirmo sabionda: “Es lo que les está pasando a los chinitos por andarse comiendo a los perritos y a los gatitos, oye, ¡no juegues! Por eso les dio esa enfermedad. No los castigó Dios Nuestro Señor, la vida los castigó por andar de tragones”.
Ante la blasfemia lanzada por Carmelita, la embajada de China en México pidió inmediatamente que la actriz ofreciera disculpas públicas por sus comentarios racistas y discriminatorios.
La cultura del relajo.
Los mexicanos de todo hacen relajo; les gusta el desmadre, son irreverentes, pero ingeniosos.
Al estallar la crisis mundial por el coronavirus surgió al estrellato “La Cumbia del Coronavirus”. Una guapachosa melodía que pronto se hizo viral. Su autor, Iván Montemayor, nacido en La Huacana, Michoacán y cuyo nombre artístico es “Míster Cumbia”, alcanzó la fama en pocos días.
El tema lleva varias semana en el número uno en España en la lista de Spotify, de las canciones más virales. Engolosinado con su éxito “Míster Cumbia” acaba de lanzar a consideración del respetable y culto público otra obra maestra: “Se acabó el papel”, también con el coronavirus como protagonista estelar.
Otra forma como los desconsiderados mexicanos están echado relajo con la enfermedad que nos flagela, ha sido a través del diseño, producción y difusión de miles de “memes” que circulan en las redes sociales, los cuales provocan el goce de millones que se mueran de risa con ellos.
De echar relajo no se abstuvo el Señor Presidente López Obrador. Listo como es y de sangre liviana, recomendó paternal e irónicamente a los mexicanos: “Pórtense bien. Buena alimentación, bajarle a la sal, a la azúcar, desde luego al alcohol; nada de que el coronavirus se quita con tequila o con mezcal”.
Calumnia que algo queda.
Apoyados en el manual básico de propaganda negra, unos siniestros y desconocidos enemigos del alcalde Xavier Nava hicieron circular en redes sociales el pasado martes 24 de marzo, un panfleto con logotipos oficiales del Gobierno Municipal en el que se podía leer una ordenanza en la que supuestamente a partir de ese día entraría en vigor un toque de queda para evitar más contagios de coronavirus.
Haya sido por echar desmadre o por venganza política, el hecho es que los autores de esta infamia causaron temor entre la población.
El resentimiento social y el complejo de inferioridad convertidos en virtud.
Para finalizar este breve diagnóstico de la psicología del mexicano en tiempos del coronavirus, lean ustedes queridos amigos y amigas cómo se expresa un gobernador a través de su complejo de inferioridad.
Vomitando resentimiento social el gobernador de Puebla (de Morena), Miguel Barbosa, declaró en una rueda de prensa el pasado 25 de marzo, que la mayoría de los casos confirmados de coronavirus han sido de personas ricas que viajaron al extranjero y se contagiaron.
En cambio, los pobres no tienen de qué preocuparse, son inmunes a la enfermedad porque apenas sí les alcanza para comer y no tienen dinero para darse una vida de placer.
Textual: “(…) La mayoría son gente acomodada ¡eh! (los infectados), ¿sí lo saben o no? si ustedes son ricos tienen el riesgo, si ustedes son pobres, no, los pobres estamos inmunes”.
¡Dios lo haga un santo!.