- Se pone en riesgo la vida de los pacientes// // Renuncia el director del IMSS// Primera crisis en el gabinete de AMLO//
Miles de enfermos en el país están sufriendo un calvario por la torpeza cometida por el gobierno federal que decidido recortar el presupuesto al sector salud.
De manera absurda la Secretaría de Hacienda congeló dos mil 300 millones de pesos del presupuesto asignado a 26 institutos, hospitales y centros de alta especialidad. Ordenó, además, reducir un 30 por ciento los gastos operativos a estas instituciones.
El IMSS y el ISSSTE son dos de las entidades más afectadas.
La decisión está poniendo en riesgo la vida de miles de enfermos y provocado una crisis en el sector salud.
Las familias de los pacientes están molestos porque día a día sufren desatención y carencias en clínicas y hospitales. Ven como sus enfermos se deterioran porque no hay calidad en los servicios hospitalarios, las medicinas son escasas, faltan quirófanos y las cirugías se autorizan a cuenta gotas. Falta personal, se ha despedido a 10 mil trabajadores de confianza que laboraban por contrato, incluidos médicos y enfermeras. Las consultas con especialistas se programan hasta tres meses después no importando si el enfermo está grave.
Hacienda ordeno adicionalmente reducir un 50% la subcontrataciones de servicios a terceros, como son pruebas de laboratorio, recolección de biológicos infecciosos, químicos y no infecciosos. Los proveedores de medicamentos no han recibido los pagos que les adeudan desde hace meses y las pocas obras de infraestructura hospitalaria que se están construyendo presentan avances mínimos.
El gobierno niega el caos y justifica su incapacidad echándole la culpa a la anterior administración, a pesar de que tiene ya seis meses con la responsabilidad de resolver las demandas de los ciudadanos y de que cuenta con el dinero que le autorizo la cámara de diputados desde diciembre del año pasado.
La austeridad desalmada con que están tratando a las instituciones de salud está asfixiándolas.
Por más esfuerzos que hacen médicos, enfermeras y administradores de hospitales les es imposible atender con calidad y oportunamente a los derechohabientes por tantas carencias que ha provocado la arbitraria decisión de la Secretaría de Hacienda.
Esta insensibilidad ha generado una crisis que atenta contra lo más preciado que posee el ser humano: Su salud.
Afortunadamente desde el pasado sábado 25 de mayo la Secretaría de Hacienda empezó a liberar los recursos que estaba quitando al sector salud luego de fuertes presiones en la opinión pública y gracias a que diputados federales de la Comisión de Hacienda los obligaron a rectificar.
Renuncia el director general del IMSS.
La afrenta cometida por la Secretaría de Hacienda provocó que el pasado 21 de mayo Germán Martínez Cázares renunciara a la Dirección del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
No fue una despedida amable. En su carta del adiós hace revelaciones que ponen al descubierto las pugnas internas, el abuso, la improvisación y la falta de planeación que caracterizan al gabinete del presidente López Obrador.
Martínez Cázares acusa en su carta de renuncia que “algunos funcionarios de la Secretaría Hacienda tienen una injerencia perniciosa en el IMSS y ponen en riesgo la vocación igualitaria, de justicia y, concretamente, de prestación de servicios de salud que tiene el Seguro Social”.
“Este control del gasto tiene dos consecuencias fatales: una directa para el IMSS: pasillos de espera llenos de personas adoloridas y mal trato o retraso en la atención a pacientes; y un segundo efecto indirecto todavía peor: el fortalecimiento de los servicios de salud privados, que ocasionan mayores ‘gastos en los bolsillos’ de las familias cuando sus seres queridos tienen un padecimiento”.
La renuncia del ex director del IMSS Germán Martínez Cázares a la que se suma ahora la de la Secretaria del Medio Ambiente Josefa González-Blanco, son duros golpes al gobierno de la Cuarta Transformación.
Tenemos la primera crisis en el gabinete de AMLO, lo cual nos deja ver que no es lo mismo ser oposición intransigente que gobierno de resultados.