En el trienio 1962-1964, fuimos gobernados en el municipio de Cd. Valles, por el que a juicio del que escribe ha sido nuestro mejor presidente municipal, me refiero a Don, ese si Don Mariano Velasco Mujica, que entre otras cosas, diseño el único plan de desarrollo urbano que hemos tenido, creo la feria, en aquel entonces sede de la exposición nacional del cebú, y además no se cobraba la entrada siendo en ese entonces una verdadera fiesta familiar, nada que ver con la emborrachaduria que es hoy día, pero su gratuidad no era sinónimo de ramplona, por el contrario, se ofrecían espectáculos de gran calidad, pero además de su gratuidad para las familias, la feria generaba excedentes dada la honestidad con que se manejaba, con los cuales se apoyaba la obra pública.
Sin lugar a dudas lo antes mencionado ya le hubiesen reservado lugar en la historia de Valles, pero introdujo el agua potable, antes usábamos agua cruda del rio, introdujo el drenaje, pero además nos gobernaba, es decir había orden en la ciudad. A muchos no les gustaba, pero al ciudadano que no barría y regaba su frente de calle se le cobraba una multa de $5.00. Exigía, pero el camión de la basura pasaba a diario.
Pero quizás su más importante legado, fue el orden en que vivimos. Regularizo los mercados, obligando a todos los comerciantes a usar los mercados públicos, decía; bodegueros a sus bodegas, locatarios a sus locales, nadie en las calles, estos son espacios públicos, es decir de todos los habitantes del municipio y no propiedad privada de algunos vivales funcionarios municipales que los cobran sin dar parte a las arcas del municipio.
La policía no estaba en espera de morder, por el contrario atendía a los ciudadanos, ejemplificare con lo siguiente, si un ciudadano tomaba de más, la famosa “Julia” (una panel colorada), recogía al infractor y este era llevado a su casa, y se le cobraba una multa.
Los vallenses de principios de los 60s, vivíamos en una ciudad en desarrollo, limpia, con orden y bien gobernada. Don Mariano llegó a tener tal reconocimiento, que cuando termino su trienio fue invitado a servir como delegado en Xochimilco en el entonces Distrito Federal.
Pero por desgracia la perfecta comprensión que Don Mariano tenía de la diferencia entre lo público y lo privado quedo en el olvido.
Y a riesgo de parecer excesivamente académicos, dada la importancia del concepto trataremos de definirlo de manera sencilla: En principio citando a J. Borja diremos que “el espacio público corresponde a aquel territorio de la ciudad donde cualquier persona tiene derecho a estar y circular libremente (como un derecho); ya sean espacios abiertos como plazas, calles, parques, etc.; o cerrados como bibliotecas públicas, centros comunitarios, etc.”
Para nuestra desgracia las autoridades municipales que hemos tenido desde el trienio 1983-85 a la fecha, no han comprendido que el espacio público es una necesidad colectiva que expresa lo urbano, y que la han vuelto rehén de múltiples grupos presión, principalmente clientela política, algunas veces del PRI y otras del PAN, pero siempre como aportadores de dinero corrupto que no entra a las arcas municipales y que han enriquecido a nuestros munícipes.
Los alcaldes que hemos padecido han pretendido constantemente restringir lo público, privatizarlo o reservarlo para unos pocos en detrimento de la mayoría.
La urbanidad esencial sufre por ello invariablemente incontables agresiones en aras de intereses espurios y, siendo tan necesaria, se escatima la inversión para su seguridad, orden, producción y mejora.
En los últimos tiempos, la imagen de la ciudad Valles, ha pasado de una ciudad limpia y ordenada como fue en los 60s, a una ciudad cohina imvadida en sus aceras calles y callejones, donde campean solo los intereses de una clase política corrupta que solo busca enriquecerse con los cohupos que pagan los invasores y de lideres que medran y lucran con la propiedad de todos.
Hoy día el espacio común de los vallensesa es usufructuado mayoritariamente por intereses particulares por encima de los colectivos y finalmente, las decisiones públicas sobre la urbanidad quedan subvertidas por la imposición exclusiva de los criterios de especuladores y promotores de la apropiación ilegal de espacios públicos.
Las necesidades reales de la ciudadanía que deberían expresarse a través de los Ayuntamientos, órganos básicos de la democracia quedan colonizadas por los designios de unos pocos.
Hoy día hasta la plaza de armas que debería ser la joya de la corona, el espacio por exelencia de convivencia de las familias, centro de exposiciones de arte y cultura, se encuentra totalmente sucia, llena de ambulantaje disfrazado de tiendas artesanales, prostitución y alcoholismo.
Cierto esto lo heredo el actual alcalde, la decadencia de los espacios públicos es responsabilidad directa de Romero, Eligio, Romulo, Socorro, Juan Jose y Jorge, pero recordemos que nuestro actual mandatario prometio orden y limpieza, y además si bien el no prohijo esta situación. ¡Ya es responsable de todo el gobierno del municipio!.
El Lic. Adrian Esper, al aceptar gobernar Valles conocía sus problemas, y dios no quiera que en alguna calle de la invadidas suseda una desgracia, poque sus antecesores serán responsables morales, pero usted será responsable jurídico. Quiere usted una ciudad con vocación turística, difícilmente la ba a tener cuando los visitantes caminan en una ciudad cochina, obscura y llena de antros de vicio en la zona centro.
Les comentaré amigos tenebrosos lo que en Diciembre me dijo un visitante regiomontano. ¡Que bonita es su plaza!, lastima que este tan susia e invadida, no se puede caminar y disfrutarla. Y salir de noche da temor por la obscuridad.
El H. Ayuntamiento tiene como tarea prioritaria crear una estrategia para el rescate de los espacios públicos que incluya la reordenación del comercio informal. No se trata de dejar sin trabajo a nadie, pero tampoco de que se siga privando a la ciudadanía de sus espacios.
Sigan el ejemplo del C. Presidente de la República que no trata con lidersuelos corruptos, si no que trata directamente con el pueblo, los verdaderos comenciantes no temen a la reubicación, los que la temen son los chupa sangre vividores del trabajo ajeno. Quitenle a estas sanguijuelas su desonesta fuente de ingresos.
Urge también que en el plan de rescate de los espacios públicos, recualificación y mejora de muchos lugares olvidados de nuestro municipio.
La recuperación de los espacios públicos es una labor prioritaria de las instituciones democráticas, los espacios públicos son sujetos de índole jurídico, es decir, que están sometidos a la regulación de la administración pública, y que el gobierno posee la facultad de dominio del suelo, pero que a su vez debe garantizar su accesibilidad a todo uso comun, siempre y cuando se sigan ciertas normas y condiciones para su utilización, así como, para las actividades que ahí se realizarán.
No debe de perderse de vista el problema de la movilidad, Valles es totalmente intransitable no solo en sus banquetas, también en sus calles. Los ambulantes comienzan poniendo un cajoncito y terminan con un verdadero local comercial, usando la calle sin medir el riesgo que corren ellos y los conductores de vehículos. Debolverle a los vallenses sus calles, aceras y plazas es el primer gran reto que tiene enfrente el H. Ayuntamiento, y que parece que batearan o peor aun, ya hay nuevos espacios invadidos, que obiamente cuentan con la bendición de funcionarios municipales, de esos que nos dijeron que ya no existirían.
Recuerden señores y señoras miembros del Ayuntamiento, que despertaron grandes expectativas y esperanzas. Y en estos momentos, están debiendo una fortuna política a los vallenses. Por lo demás Ud. Amigo tenebroso, siempre tiene la mejor opinión.