- Claramente Lenia Batres es una quinta columna para ocasionar problemas en la Suprema Corte.

Por Efraín Klériga
Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.

Como no le pueden ir a decir que la ley es la ley, Andrés Manuel López Obrador vuelve a vulnerar la Constitución la cual seguramente enlista entre sus adversarios fifís y los complot en su contra.

La Carta Magna que AMLO tiró a la basura hace cinco años, pide nombrar Ministros de la Corte entre quienes hayan servido con eficiencia, capacidad y probidad en la impartición de justicia.

O bien, que se hayan distinguido por su honorabilidad, competencia y “antecedentes profesionales en el ejercicio de la actividad jurídica”, nada parecido a Lenia Batres Guadarrama.

Si algo distingue a la discípula de López, no es ni la probidad, ni la competencia, ni tampoco el ejercicio profesional de la actividad jurídica y mucho menos la buena reputación.

Mentir, dar datos falsos, hacer imputaciones groseras desde su óptica de santa socialista, parece lo suyo, y en los diversos récords profesionales que deja circular, las fechas no son reales.

En la diputación de la LVII Legislatura (1997-2000) ella anota que la licenciatura en Derecho en la UNAM está trunca y sólo menciona un año estudiado, 1990.

Pero en su ficha en Wikipedia editada por ella misma 30 años después y la cual medios la semana pasada, dice que se graduó en 1994 y que en 2008 obtuvo una maestría en Derecho Penal.

La Ministra comunista de 54 años hoy, apenas si libro por dos años el requisito constitucional de tener título profesional “con antigüedad mínima de diez años” pues se recibió ya cuarentona.

El Registro Nacional de Profesionistas señala que Batres Guadarrama nacida en 1969, terminó la licenciatura en 2011 en la Universidad Humanitas, y todo indica que fue en un solo año de estudios.

Según el Registro Nacional de Profesionistas, la hoy Ministra de la Corte se recibe en 2011 y se le otorga Cédula Número: 6871018 por la “Licenciatura en Derecho”

La exasesora de Claudia Sheinbaum Pardo, en la Delegación Tlalpan entre 2015 y 2018, terminó ese año la maestría en Derecho por Humanitas pero en su currículo se asegura fue en 2008.

El Master en Derecho Penal tiene la Cédula profesional 11285795 de 2018 y luego obtendrá en 2022 Maestría en Estudios de la Ciudad y, 2023 en Gestión Pública para la Buena Administración.

No deja causar curiosidad que entre sus “compañeros” de generación Humanitas 2011 figuran su hermano mayor, Marti, y el exgobernador pevemista de Chiapas, Manuel Velasco.

En 2011 Marti era secretario de Desarrollo Social del Distrito Federal y muchas escuelas y universidades defeñas requerían su autorización ¿Le cobraría a Humanitas servicios con un título?

La preparación académica de los Batres es de universidades tildadas “gansito”; Humanitas, Autonoma de la Ciudad de México y Escuela de Administración de la Ciudad de México.

Si bien la senadora Olga Sánchez Cordero aseguró que Lenia cumplía los requisitos exigidos por la ley, fue seguramente con ganas de facilitadora de la Cuarta Transformación.

En el perfil curricular que dio la hoy ministra a la LVII Legislatura, no aparece ninguna actividad jurídica profesional, ni tampoco hay rastros de que haya ejercido la abogacía.

En su ficha de Wikipedia afirma haber cursado una maestría en Derecho Penal en Humanitas entre 2008 y 2010 lo cual es falso porque la cédula profesional de la maestría es de 2018-

Es claro que en el Senado ni la manada Morena ni la oposición investiga debidamente a los propuestos para cargos que ellos deben ratificar, pero ese valemadrismo no surge en esta legislatura.

Tan no tiene Lenia Batres un carrera judicial, que a este escribidor no le fue posible detectar procesos judiciales en los que la hoy Ministra quinta columna, haya participado como abogada.

En pocas palabras si alguna vez ha defendido casos, porque fiscal o agente del Ministerio Público no ha sido, son tan poco importantes que no trascienden a las memorias de edictos o estrados.

Lo cierto es que los Batres están vinculados al presidente tramposo, Andrés Manuel López Obrador, pero no jurídica sino políticamente.

Y Lenia va como tupamaro directamente a causar molestias, desprestigiar al poder judicial, y no para respetar e interpretar la Constitución. Yo creo que no sabe ni qué es un juicio de Amparo

Pero ese es el sello del gobierno de López Obrador cuyo objetivo primordial es destruir la República o hacer prevalecer lo que diga su dedito, porque ni le digan que la ley es la ley.