- La candidatura presidencial no es el único campo de batalla.
- Los ciudadanos perdemos de vista la importancia de dar la pelea por la democracia en otros frentes como los poderes Legislativo y Judicial.
Por Rogelio Ríos
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Por una de esas manipulaciones de la comunicación desde el gobierno federal, la opinión pública mexicana se consume en estos días (y hasta que Marcelo Ebrard anuncie cuáles pasos va a seguir) exclusivamente en la sucesión presidencial, capítulo “La Candidata de Morena: ¿qué hará el despechado Ebrard?”) y pasa por alto eventos importantes que incidirán en la elección general del 2024.
Mientras tanto, les comento algunos:
1. La gran batalla por recuperar el equilibrio de poderes se dará en el Congreso de la Unión, como lo han señalado diversos analistas.
En la elección intermedia del 2021, el partido oficialista MORENA perdió posiciones legislativas al grado de no alcanzar ya la mayoría calificada que necesitaba para impulsar reformas constitucionales, ni sumando a sus partidos aliados. Un escenario probable, de seguir la tendencia vista, es que MORENA perdería la mayoría simple, lo cual le complicaría la vida a la candidata morenista en caso de ganar. Una cosa es cierta: no se repetirá el 2018 en el 2024: no habrá avalancha de votos hacia el obradorismo, sino duros votos de castigo.
2. El 8 de septiembre llegó a la Cámara de Diputados la propuesta de paquete económico para el 2024. En los Precriterios de Política Económica, la Secretaría de Hacienda prevé una caída de 4% en el gasto programable del Gobierno Federal, lo cual impactará a la obra pública.
Además, disminuirán los ingresos petroleros en 197 mil millones de pesos, lo cual se buscará compensar con mejor recaudación fiscal, ingresos de entidades paraestatales y mayores entradas no tributarias. Por supuesto, la deuda pública aumentará para cubrir el déficit presupuestario de 2.7% (la diferencia entre ingresos y gastos).
Hacienda le apuesta a un tipo de cambio de 19.30 pesos por dólar para el año próximo y una inflación de entre 1.6 a 3 por ciento. Los criterios parecen más una carta a Santa Clos que cifras realistas, pero en ese entorno económico se realizará la elección. El desempeño económico del Gobierno de AMLO estará bajo la lupa y en el bolsillo de los ciudadanos a la hora de votar.
3. El próximo 27 de septiembre, AMLO verá seguramente frenada su mal llamada “reforma eléctrica”, una serie de decisiones y regulaciones irracionales que han incidido negativamente en el mercado de la energía. En la Suprema Corte de Justicia de la Nación, se discutirá ese día la propuesta del Ministro Javier Láynez de confirmar el amparo otorgado por el juez federal Juan Pablo Gómez Fierro, en noviembre del 2022, en contra de 7 artículos de reforma a la Ley de la Industria Eléctrica que favorecían inequitativamente a la Comisión Federal de Electricidad sobre los productores privados.
Tuve la oportunidad de asistir a uno de los foros de consulta en Monterrey y fui testigo de la insensibilidad de los funcionarios federales a los señalamientos y argumentos de los empresarios privados y especialistas académicos. Así les va a ir ahora a los propulsores de las reformas morenistas.
4. “¿Qué hacer con Pemex?”, debería ser uno de los temas principales a debatir en torno a las candidatas presidenciales. ¿Cómo parar el enorme flujo de recursos públicos vertidos en Pemex como en un agujero sin fondo? Por lo pronto, la candidata Xóchitl Gálvez busca inspiración en el modelo de Petrobras (petrolera estatal brasileña), la cual cotiza en la Bolsa de Valores y se asocia con empresas del sector privado sin que el gobierno brasileño pierda el control. “Si no se tiene dinero para la exploración, la inversión privada ayudará. Para mí, Petrobras es un buen modelo”, dijo Gálvez a Bloomberg. “Hay que ser muy estúpido para apostar a los combustibles fósiles porque, más allá de ser caro, es sucio”, agregó. ¿Qué dirá Claudia Sheinbaum?
En fin, la candidatura presidencial no es el único campo de batalla. Al sobreestimarlo, los ciudadanos perdemos de vista la importancia de dar la pelea por la democracia en varios frentes, no sólo en uno. Volteemos a ver a los poderes Legislativo y Judicial más seguido: en ellos está la clave del triunfo.