- Por ahora el daño está hecho y esta batalla la perdió el gobierno del estado. Lo peor… por default.

Por Juan Palacios
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Apenas la semana anterior señalé que parecía que la pandemia no dejó enseñanza alguna acerca del manejo informativo y las reacciones que este genera entre la población, cuando el fin de semana pasado se presenta otro tema que nos muestra la forma en que se forman los vacíos de información y a partir de ellos sus derivados: las teorías de la conspiración o también las leyendas urbanas.

Así, corre la versión, según Milenio dada a conocer por un empleado del registro civil cuyo nombre sería Miguel Gallardo, de que en los últimos 23 días fallecieron 850 personas debido al calor que padecemos en el estado.

Apenas horas antes se preguntó al gobernador acerca del caso, pero este señaló que hasta el jueves la secretaria de Salud daría a conocer las cifras.

Ante la falta de información los reporteros, correctamente, acudieron a fuentes alternativas en donde pudieran tener información relacionada y de alguna forma oficial aunque indirecta, la Fiscalía, a través del Semefo y el Registro Civil.

Según Björn Lomborg, cuyos artículos son publicados precisamente por Milenio, anualmente en Estados Unidos y Canadá, con una población superior a los 300 millones de habitantes, presentan unas 7 mil muertes ocasionadas por el calor, lo cual nos hace reflexionar acerca de las dimensiones que tendría el hecho de que en los últimos 23 días hubieran muerto 850 personas en Nuevo León, con una población 50 veces menor a la de los países vecinos del norte.

Por su parte, el diario El Economista nos dice en una nota firmada por Iván Rodríguez y Arturo Rojas, que de 2019 al 14 de junio de 2023 la Secretaría de Salud federal, tiene contabilizadas 164 muertes relacionadas con el calor así como 3001 personas con afectaciones a su salud debido al mismo concepto.

Con eso creo que ponemos en contexto la información que se está generando, de hecho, el vicefiscal entrevistado por los medios de comunicación señaló un número cercano a las 300 personas, lo que nos muestra una disparidad importante en la información.

El punto es que dejar un tiempo sin informar acerca de lo que está sucediendo en un determinado asunto, es abrir la puerta para que se genere alarma y en ocasiones puede devenir en situaciones peores.

Resulta increíble que un gobernador como Samuel, quien ganó las elecciones precisamente porque comunicó mejor que sus oponentes, ahora en el ejercicio del poder cometa errores de primaria como este.

Sobre todo si tenemos en cuenta el contexto en que se presenta la situación, hoy todo el mundo habla del cambio climático y de los extremos del clima, en este caso calor, que trae consigo, así como las consecuencias que tiene en el ser humano.

Se cree que estamos ante una de las peores catástrofes ambientales y en ese contexto la gente puede pensar cualquier cosa, los medios también.

Como lo señala el propio Björn Lomborg, no se piensa, por ejemplo, cómo el frío ocasiona 40 veces más muertes que el calor en países como EU y Canadá y 7 veces más en países como la India, pero lo que impacta noticiosamente son precisamente las muertes ocasionadas por el calor.

Haría bien el gobernador en salir él personalmente a dar a conocer qué está pasando realmente, aunque creo que por ahora el daño está hecho y el número de 850 personas muertas ya solo habrá de aumentar, sea correcto o no, esta batalla la perdió el gobierno del estado. Lo peor… por default.