- Con hechos el presidente está diciendo a sus corcholatas que aquí no hay más voluntad que la suya.
- Que nada de que comiencen a pensar por sí mismos y que el poder lo tiene él y nadie más.
Por Juan Palacios
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Dice Jorge Zepeda Patterson, a quien no se puede acusar ni de “progre buenaondita”, ni de conservador, pues es un simpatizante claro del gobierno de Andrés Manuel, que este se radicalizará en el último tramo de gobierno.
Según él, ese corrimiento hacia la izquierda se daría debido a que Andrés está consciente de que su sucesor o sucesora no contará con la fuerza suficiente para mantener el control que tiene sobre el país y sobre los actores políticos y económicos.
Continúa diciendo el analista y escritor, que ninguna de las corcholatas tiene tampoco el carisma y el oficio político del presidente. Precisamente por ese contexto, porque el nuevo mandatario surgido de Morena, en caso de que así sea, deberá correrse hacia el centro, como dijo el López Obrador, quizá no por ideología, sino por necesidad.
Parece que tiene razón, sobre todo si vemos las últimas acciones que ha emprendido AMLO: su radicalización frente a la Suprema Corte de Justicia de la Nación, alentando a un gobernador como el de Veracruz quien no solo llevó a sus huestes a protestar frente al edificio de esta, sino que llevó ataúdes en los cuales había figuras, y personas, que representaban a los ministros.
Expropió, aunque sea vía una ocupación temporal, una vía que estaba concesionada a Germán Larrea y unos terrenos por donde pasará el tren que va de CDMX al Edomex y ya inició campaña, por encima de la ley, para lograr una mayoría calificada en el Congreso en las elecciones del año próximo.
No se diga la forma en que está metiendo las manos en las elecciones de Edomex y Coahuila, con un apoyo directo a los candidatos de su partido, aunque dice que tiene licencia en su militancia, pero para estar retirado, su actividad partidista es mucha. Ya amenazó a las radiodifusoras de que están en contra de él para que a Delfina le vaya mal en las elecciones.
Ya se está radicalizando también en cuestiones internacionales, en el caso de Perú, quizá la idea no sea llegar hasta sus últimas consecuencias, el rompimiento de relaciones con ese país, pero sí mostrar que su postura ideológica continúa cerca del Foro de Sao Pablo.
Lo mismo sucede con su apoyo a Donald Trump, sea este voluntario o no, al pedir que ningún voto hispano vaya hacia Ron DeSantis, el gobernador de Florida y precandidato a la presidencia estadounidense por el partido republicano.
En la política local, ya apaciguó a Monreal quien seguramente ya amarró alguna posición para él y algunos miembros de su equipo y se lanzó en contra del PT y del Verde.
En el caso del Partido del Trabajo el detonante fue la postulación de un candidato propio en Coahuila y la negativa de dicho candidato a declinar en favor del candidato de Morena.
En el caso del Partido Verde, el regaño se presenta más bien por el abierto coqueteo que trae con Marcelo Ebrard, quien por cierto ya recibió un duro mensaje de que no se valen indisciplinas y que la elección de candidato, pese a lo que diga el secretario de Relaciones Exteriores y corcholata morenista, será vía encuesta, punto. Por cierto, le recordó a Marcelo que ya había perdido una encuesta, en 2012 y que fue precisamente contra él.
Con hechos el presidente está diciendo que aquí no hay más voluntad que la suya, que nada de que comiencen a pensar por sí mismos y que el poder lo tiene él y nadie más.
Efectivamente se está radicalizando, pero creo que no necesariamente para que su sucesor tenga espacio para moverse al centro si así lo requiere, me parece que se está radicalizando para continuar ejerciendo el poder, independientemente de que Zepeda Patterson esté convencido de que Andrés se retirará a su rancho una vez concluido su mandato.
Creo que en ese punto le ganan sus simpatías al analista, quien quiere creer que el retiro de Andrés está a poco más de un año de distancia.
No lo creo, pero pudiera ser, demos el beneficio de la duda al escritor, quien por cierto tiene varias novelas que he leído con placer.
En fin, que ahora deberíamos preguntarnos quién sigue en la lista de futuras víctimas de la radicalización de Andrés, cosa de tener paciencia y en breve lo sabremos.
Porque de que la radicalización continuará, de eso no hay duda alguna, la duda está en si funcionará el péndulo político que existió en otros tiempos.