- Un plan fraguado en el que el váguido y el concierto de Rosalía fueron pasos magistrales para hacerse del poder.

- ¿Conmemoran que Hitler se suicidó un 30 de abril?

Por Efraín Klériga
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Seguramente la historia consignará que un 30 de abril ocurrió la asonada legislativa que, perfectamente planeada, dejó a México en manos del dictador, hasta ese día aspirante, y quien hoy ríe y presume su fuerza.

Con esa acción se terminó de militarizar al país, quebrar los órganos de control, se polarizó por completo a la Nación y dejó a la población más vulnerable sin servicios de salud y al país en manos de militares y narcos.

Queda claro que el plan del sátrapa de Tepetitán es crear pobreza, aumentar la población vulnerable que puede ser manipulada con limosnas públicas y la compra de su voto en los comicios.

Dejar la aviación y el movimiento aéreo en manos del Ejercito, para lo cual además los dotó de varios aeropuertos, incluido su AIFAnte blanco, parece que es algo que se le fue ocurriendo en el camino.

Parte de su plan ha sido impedir la inversión extranjera directa, porque esta crea buenos empleos y una población con empleo siempre va a reaccionar para defenderlo, y al mismo tiempo, ha dejado de construir infraestructura.

Los programas de fomento como escuelas de Tiempo Completo, el Seguro Popular, los presupuestos para infraestructura social han desaparecido, para hacer más vulnerable a los mexicanos.

Por ello impide parques eólicos privados, nuevas carreteras, maneja los derechos humanos, la Fiscalía General de la República y ahora tiene ya un tentáculo dentro del Instituto Nacional Electoral.

Hoy queda claro quiénes eran los traidores embozados para parecer críticos a López Obrador, pero que solamente estaban esperando su momento para sacar el puñal y cumplir su misión de asesinar a la democracia.

Una larga lista que encabeza Ricardo Monreal y los senadores priistas quienes se quedaron cruzados de brazos lamentando que, en una sede alterna y luego de reunirse con el Dictador, la mayoría negra sesionara.

La misión de dirigentes de partidos de oposición y los principales senadores fue hacerse como si la Virgen les hablara y no hacer nada y esto incluye a Alito Moreno, Dante Delgado, Manuel Añorve, Jesús Zambrano.

Solamente la valiente Xóchitl Gálvez se atrevió a tomar una bicicleta, una cadena y apersonarse al salón de plenos de la casona de Xicotencatl, para que sola, obligara a una kermes legislativa en el patio del viejo Senado.

A Xóchilt Gálvez le debemos que las 30 leyes aprobadas al vapor sean impugnables y tengan que ser declaradas inconstitucionales e ilegales por la Suprema Corte de Justicia, el único poder que defiende a México.

El plan fraguado semanas antes por Andrés Manuel López Obrador y que incluyeron su váguido para distraer a la opinión pública, fue ejecutado por Claudia Sheinbaum, Adán Augusto López, Alejandro Armenta y secuaces.

No fue casual el concierto de la loca Rosalía (quien por agraviar la Bandera Mexicana ya ni siquiera podría visitar México) fue precisamente para distraer e impedir que se llegara al centro de Ciudad de México.

El cuento comenzó hace mucho cuando López Obrador se dio cuenta que ya no tenía un incondicional en el Pleno de la Suprema Corte, para sabotear las votaciones y que para él no habría de Piña.

Lo mal hechos que están los dictámenes aprobados ya por las dos cámaras, muestran que fue él mismo López Obrador quien trabajó en ellos o mínimo les dio el palomazo, pero con paloma de pólvora.

Para eso estuvo desaparecido más de 90 horas, para dedicarse a fraguar el plan y hacer el dictamen para desaparecer al INAI, el cual como obediente sirviente presentó el senador Armenta.

La única ganancia ciudadana es que el plan del dictador quedó al descubierto y ahora, quienes no queramos perder al país, sabemos que tenemos que arriesgar además del patrimonio, el físico.

A partir de hoy los ciudadanos en contra de López Obrador y su politburó no podemos ser políticamente correctos, ser tímidos, pensar que solamente a tuitazos podemos defender al país. Hay que prepararse para todo.

Hoy pienso si ya reaccionaron los colegas que en la sala de prensa del Consejo Local del INE Tamaulipas me recriminaban esa noche del 1 de julio de 2018 el que llevara años de ser un crítico acérrimo de AMLO.

Lo pienso porque es notorio que las casas encuestadoras y líderes de opinión como López Dóriga, le hacen el juego al tirano afirmando que no hay camino para 2024, que la Cuatrote ganará.

Y la pregunta es, ¿Lo hacen por idiotas, por ignorantes o por corruptos? Pero igual, ellos no entrarán al reino del cielo obradorista.