- En busca del fentanilo perdido AMLO podría encontrar un vecino que desfaga el entuerto de Segalmex.

- Y también, la triangulación de petróleo y alimentos México-Venezuela-Cuba.

Por Efraín Klériga
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Parece que en el teatro de guerra que Andrés Manuel López Obrador ha montado contra Estados Unidos y sus intereses, el caso de los chapitos es apenas la segunda llamada, y hay que esperar una tercera y la comedia.

De tener razón Raymundo Riva Palacio en que el caso del desfalco en Segalmex esconde triangulación de alimentos a la dictadura venezolana que paga con petróleo a Cuba y donde México solamente pone dinero, el lío sería gravísimo.

No solamente podría configurarse Traición a la Patria para López Obrador, Ignacio Ovalle y más, sino que esa traición podría hacer caer al macuspano antes del 24, y no hacia La Chingada sino a lo que le sigue.

Por lo pronto, Segalmex es el mayor quebranto documentado en una dependencia del Ejecutivo Federal en toda la historia del País, y lo preocupante no es cuanto se robaron sino qué pasó con lo robado.

Presuntamente Segalmex pago más de 15,000 Mdp en alimentos que nunca llegaron a las bodegas y la ruta del dinero parece indicar que los granos y vivieres sí fueron surtidos pero se fueron para otro lado.

Cada que López golpea a EU, estos responden filtrando hechos graves, tan graves como el caso de Los Chapitos, donde hay temor por esa conexión de cuatro visitas presidenciales a Badiraguato.

El caso de los chapitos es un emblema y es de esperar que haya más llamadas antes de que comience una tragicomedia mexicana en la que el Peje será el actor principal.

Luego que desde Estados Unidos comenzaron a poner el dedo en las "tachas" de fentanilo, el presidente López comenzó con su discurso negacionista: Fentanilo, fentanilo ¿Qué es eso? Aquí no hay, parece decir con sorpresa.

En su homilía del 17 de abril al hablar de la infiltración a los hijos de Joaquín El Chapo Guzmán, los chapitos, hizo un largo discurso en el que reiteró su mentira de que en México no se produce fentanilo.

"Nosotros hemos sostenido, primero, que en México no se produce el fentanilo, que se importa de Asia y que llega a México y llega a Estados Unidos y llega a Canadá de Asia", dijo el Presidente.

Para López, el operativo de la DEA que infiltró al cartel de los Chapitos fue "una intromisión abusiva, prepotente que no debe de aceptarse bajo ningún motivo ¿Cómo van a estar espiando?", reclamó.

Pero el discurso torpe de López Obrador de que en México no se produce fentanilo, el cual hasta apuntaló con una cartita Xi Jinping, no se sostiene en los hechos y muestra lo mentiroso que es.

El macuspano parece no entender que las políticas basadas en mentiras, en negar, crear confusiones, están bien para una campaña, no para un administración federal, pero López nunca dejó de ser candidato.

El 30 de julio de 2021 en Badiraguato, Sinaloa, Andrés Manuel López Obrador no solamente aceptó que entraban precursores químicos para elaborar fentanilo, sino que eso afectaba la economía de agricultores marihuaneros.

"Pues ya está en franca decadencia la siembra de los enervantes como la mariguana, la amapola, porque ahora, lamentablemente, lo que más se está usando es el fentanilo", dijo.

"(...)Se traen esos químicos, esas sustancias químicas de Asia, que entran de contrabando por los puertos del Pacifico, sobre todo. Y con esa sustancias hacen las drogas químicas, en las llamadas cocinas", agregó López.

"(...) Entonces ¿Qué va a suceder con las regiones donde se sembraba la marihuana, la amapola... De qué va a vivir la gente? Tenemos, por eso tenemos que impulsar el sembrando vida (sic)!", Sentenció compungido.

Las mentiras suelen caer por su propio peso y sepultar a los mentirosos.