- Dicen que somos el país de mañana, a ver si esto cambia.

Por Juan Palacios
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Hay quienes dicen con sorna que México es el país de mañana: mañana lo hago, mañana te busco, nos vemos mañana, el año próximo seremos como Dinamarca… en fin, se trata de señalar que aquí no se hace nada de nada.

Inclusive Chava Flores, en una de sus canciones, “A qué le tiras cuando sueñas”, hace eco de este dicho.

Me acordé de lo anterior cuando vi el hilo que en Twitter presentó el gobernador del estado, Samuel García, quien habló del gran futuro que nos espera en Nuevo León, en el cual vivimos, nos dijo, el momento más importante de los últimos dos siglos.

“Ahora nos toca, (dijo en su cuenta de Twitter), hacer historia de nuevo, romper paradigmas pensando en el presente que vivimos y el futuro que estamos construyendo para nuestros hijos, un futuro verde, tecnológico, de ciencia y conocimiento; con nuestras presas llenas, aire limpio y una movilidad accesible y segura”.

He leído en varias ocasiones el que fuera su plan de trabajo presentado durante la campaña electoral, es muy cercano a su plan de gobierno y a las acciones que está tomando ya en el poder.

La duda que me queda no es acerca de sus intenciones, en eso estoy cierto de que dice lo que piensa y actúa de acuerdo con lo que quiere hacer.

El tema es otro.

Resulta que estamos viviendo los años finales del sexenio presidencial y varios de los proyectos que Samuel se ha planteado realizar, requieren de apoyos federales y si hoy, como se comenta, no han llegado las participaciones de este año, ¿qué podemos esperar en plena recta final del proceso electoral como es el que concluye el año próximo con la elección presidencial?

Por ejemplo, la presa Libertad tiene ya varios años en construcción, desde finales del sexenio de Jaime Rodríguez y por una u otra razón, los apoyos o fueron menores o simplemente no se presupuestaron y debieron ser negociados posteriormente a la asignación de recursos en el presupuesto federal.

El tren suburbano que en principio iría de García al aeropuerto y posteriormente sufrió algunos recortes, ni siquiera ha sido presupuestado, no aquí, sino por la federación.

Ya se iniciaron los trabajos de la línea 4 del Metro, lo cual es excelente, la pregunta es si se podrán concluir en el término de este sexenio y si no habrá otras prioridades y llegue a suceder como con la línea 3, que inició con Rodrigo Medina y tardó más de un sexenio en ser concluida.

Ya no hablemos de las otras dos líneas del Metro que se tienen proyectadas.

Espero sinceramente que los planes de Samuel se cumplan, no dudo de que tiene la voluntad de que ello sea así.

Me cuestiono acerca de los recursos, no de los que se generan aquí, sino de los que vienen de la federación, sobre todo si se impone, como parece que así será, una continuidad en la presidencia. Más cuando los programas sociales cada vez demandarán más recursos que habrán de tomarse de donde los haya.

Creo que efectivamente en lo empresarial Nuevo León dio un salto por demás importante al conseguir que Tesla se instalara aquí, independientemente de la empresa en sí, Tesla representa el tipo de empresas que luego de su decisión, pondrán en la mira a nuestro estado. En eso creo que hay un éxito que quizá no se haya aquilatado del todo.

Estamos por entrar a las grandes ligas, de cambiar cualitativamente en un proceso que iniciaron hace algunos años los empresarios nuevoleoneses que transformaron la economía local haciendo énfasis en el sector terciario.

No cabe duda de que efectivamente estamos en un momento histórico, que urge romper paradigmas, que vale la pena soñar en grande, el punto es, ¿será hoy? ¿dejaremos de ser el país de mañana? Lo veremos.