- Estrategia de AMLO contra el crimen, es una mascarada.
- En Washington piensan que México ya es un narco estado.
Por Efraín Klériga
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Mientras en EUA los republicanos presionan cada día con más fuerza que Biden actué directamente contra los cárteles mexicanos, López Obrador habla de traer al Chapo a uno de los penales de donde ya se fugó.
Washington no permitiría que El Chapo fuerza trasladado a México, y menos después de lo que hicieron López Obrador y Gertz Manero con el caso del general Cienfuegos, y lo que se hace ahora para impedir la extradición de Ovidio Guzmán.
Aunque López Obrador sigue con su enfoque fracasado de que la mejor política exterior es la interior, en Estados Unidos la crisis del fentanilo y la percepción de que esos cárteles están detrás del trafico de migrantes, forza a Biden a presionar más.
La afirmación de Pompeo en sus memorias, de que: “El próximo ataque terrorista en EU podría venir desde México”, asegurando que hay territorios en la frontera que están bajo el poder de cárteles mexicanos, es muy grave.
Mike Pompeo pompeó al gobierno de AMLO mostrando que hacen acuerdos de Estado en lo oscurito, también, calificó de muy marxista a Marcelo Ebrard, quien es el tercero en la fila de prelación de las corcholatas presidenciales.
Pero lo grave no es que se ratifique que los líderes de la Cuatrote son tramposos, sino que apoye la línea de legisladores republicanos en el sentido de que México es un enemigo y no un amigo de los estadounidenses.
El Macuspano no lo acepta que su estrategia contra los grupos delincuenciales es una mascarada, y, como dijo “Don teofilito”… y así que en Washington no solamente los republicanos, sino también los demócratas, piensan que Mexico ya es un narco estado.
El 12 de enero los diputados republicanos Dan Crenshaw y Mike Waltz, presentaron una iniciativa para permitir al Gobierno de Biden combatir con la fuerza militar a los cárteles mexicanos que introducen fentanilo a Estados Unidos.
“Los cárteles están en guerra con nosotros: envenenan a más de 80 mil estadounidenses con fentanilo cada año, crean una crisis en nuestra frontera y convierten a México en un narcoestado fallido”, dijo el representante Crenshaw .
“No podemos permitir que cárteles mortales y fuertemente armados desestabilicen a México e importen personas y drogas (…) Debemos comenzar a tratarlos como ISIS, porque eso es lo que son”, agregó el diputado texano
El diputado por Florida, Mike Waltz, agregó que Estados Unidos debe “pasar a la ofensiva”, porque las “Organizaciones criminales transnacionales paramilitares no sólo son responsables de matar a un número sin precedentes de estadounidenses”.
“También están socavando activamente nuestra soberanía al desestabilizar nuestra frontera”. dijo Waltz y pide dar a Biden: “sofisticados recursos militares cibernéticos, de inteligencia y de vigilancia para desbaratar las operaciones”.
Aunque López Obrador tratara de refutar señalamientos de que no actúa realmente contra los traficantes de fentanilo, lo inculpa impedir que Ovidio Guzmán sea extraditado y no tener control de muchos municipios fronterizos de Sonora, Chihuahua y Tamaulipas.
La línea de poder delincuencial desde Chiapas hasta Baja California muestra de la fuerza del narcotráfico en México, y es clara línea entre el narco y los gobernantes de Chiapas, Guerrero, Colima, Michoacán, Nayarit, Sinaloa y Sonora.
Además los titulares de los gobiernos de Quintana Roo, Tabasco, Veracruz, San Luis Potosí, Tamaulipas e incluso Morelos, no son muy ajenos de la actividad delincuencial y hay fotos, historias, coincidencias que los ligan.
Quien conozca el camino desde Badiraguato, Sinaloa a Parral, Chihuahua por esa nueva carretera en el llamado “triangulo dorado” -- costeada por el erario y excusa de López Obrador para visitar la cuna del Cártel de Sinaloa-- sabe que los muchos retenes no son del Ejército.
Además del abuso del poder, la persecución a periodistas, activistas proderechos humano, feministas y víctimas del mal gobierno, López Obrador ahora suma todo abuso de poder posible, y creo que ya es un elefante atrapado en el fango.
¿Cuánto falta para llegar a una crisis diplomática con Estados Unidos mucho peor que la del caso Camarena… Cuánto, para que Washington se proponga empujar al vacío a la Cuarta Transformación? Ya veremos.