- Comparada con los niveles de apoyo popular de presidentes anteriores, la de López Obrador es similar a lo que tenían Ernesto Zedillo, Vicente Fox y Felipe Calderón en su cuarto año de gobierno, ¿como cerrará su sexenio?.
Por Alejandro Moreno
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Al presidente Andrés Manuel López Obrador le quedan dos años de gobierno y su popularidad está en una encrucijada: ¿qué ruta tomará en el último tercio de su administración?
Comparada con los niveles de apoyo popular de presidentes anteriores, la de López Obrador (56 por ciento en septiembre) es similar a lo que tenían Ernesto Zedillo (52 por ciento), Vicente Fox (54 por ciento) y Felipe Calderón (55 por ciento) a estas mismas alturas de su cuarto año de gobierno.
En esos tres casos, la popularidad subió en los dos últimos años: Zedillo terminó con 69 por ciento de aprobación; Fox, con 61 por ciento y Calderón, con 61 por ciento.
Aun con Enrique Peña Nieto, cuya impopularidad destaca como una excepción a los relativamente altos niveles de apoyo que la sociedad mexicana otorga a sus presidentes, el apoyo popular también se movió al alza en sus dos últimos años: de su punto más bajo de 12 por ciento al iniciar 2017, el apoyo a EPN rebotó para terminar en 28 por ciento.
La pregunta es si la popularidad de AMLO también seguirá esa ruta ascendente en el último tercio de su sexenio, o romperá con lo que hasta ahora parece ser una “regla” de la aprobación presidencial en el país: un cierre al alza.
La respuesta puede tomar tintes partidarios: los seguidores de AMLO esperarán un cierre con popularidad al alza, mientras que sus opositores apostarán por una popularidad a la baja que pudiera incidir en las elecciones de 2024.
La respuesta más sensata es que no sabemos cómo se moverá la popularidad, aunque sí podemos perfilar algunos escenarios de lo que son las tres rutas obvias, y creo que cada escenario tiene que ver con el cálculo electoral.
Ruta al alza. Si AMLO quiere que su partido no sólo gane la elección presidencial, sino que también recupere espacios en el Congreso, es fundamental tener una mayor aprobación en 2024.
Aunque eran otros tiempos y circunstancias, Zedillo y Calderón contaban con 67 y 65 por ciento de popularidad a mediados de 2000 y 2012, respectivamente, y el partido gobernante perdió la elección presidencial en ambos años. Fox contaba con 64 por ciento antes de los comicios de 2006 y éstos resultaron muy cerrados. AMLO tenía una aprobación de 59 por ciento justo antes de las elecciones de 2021, y su partido perdió presencia legislativa.
Ruta estable. Otro escenario es que la popularidad no cambie mucho en el último tercio y que solamente haya ligeras fluctuaciones. De hecho, es lo que ha sucedido en los últimos ocho meses: en las encuestas de EL FINANCIERO, la aprobación a AMLO ha variado en una franja de 54 a 57 por ciento, desde febrero pasado.
Ruta a la baja. Dada la naturaleza partidizada de la aprobación presidencial, una caída en el apoyo popular al Presidente depende, sobre todo, del segmento de apartidistas que hay en el país, que si bien ha apoyado mayoritariamente al mandatario a lo largo de su gobierno, hay que ver qué tan sensibles son y cómo responden a las temáticas y problemáticas del último tercio, incluidas la inflación, las Fuerzas Armadas, las filtraciones de la Sedena, la propuesta de reforma electoral y lo que se acumule en los próximos meses.
En el tema Fuerzas Armadas, el equipo del Presidente anotó una importante carrera en estos días, pero no por la vía del cuadrangular, sino robando base, para ponerlo en términos beisboleros. Es un punto a favor del Ejecutivo y su equipo de la 4T, pero habrá que ver cómo lo leen los apartidistas.
Ese segmento representa la mitad del electorado y, por lo general, ha sido benevolente con este y con otros presidentes, siendo Peña la excepción.
En ellos habrá que poner la lupa para ver qué sucede con la popularidad en el último tercio.
En septiembre de 2022, la aprobación a AMLO fue 56 por ciento en general y 51 por ciento entre apartidistas. Están al límite. Ya veremos.