- Ahí están las comunidades de millones de mexicanos en EUA, son ciudadanos que ya probaron otra cultura política del voto activo y la alta participación ciudadana y que se preguntan: ¿qué podemos hacer por México?.
Por Rogelio Ríos
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En contadas ocasiones se da en conferencias y mesas redondas la feliz coincidencia de que las preguntas y comentarios del público asistente sean tan buenas como las exposiciones de los conferencistas.
Cuando eso sucede, se expande el horizonte de quienes escuchan las pláticas tanto como de quienes exponen sus puntos de vista: aprenden el neófito y el experto. El ambiente se electriza, los argumentos vuelan de un lado a otro, la conversación se alarga hasta las tres horas, pero nadie protesta por ello.
Tuve la fortuna de asistir al evento “El México que vive en Estados Unidos” (organizado por el portal regiomontano Detona.com y apoyado por las firmas Vivaro y Concéntrica) el pasado 5 de octubre por la tarde en el magnífico recinto del Baker Institute for Public Policies de la Universidad Rice, en Houston, Texas.
En su mayor parte, los asistentes fueron mexicanos residentes en el área de Houston, dedicados a actividades varias, como las empresariales. Recibieron con gusto e interés las palabras de aquellos a quienes siguen, desde Estados Unidos, en diversos programas de opinión a Javier Lozano, Beatriz Pagés, Irving Gatell y, como invitado especial, el empresario Gustavo de la Garza (presidente de Marcatel).
La batería de preguntas y comentarios planteadas puso a pensar a los conferencistas, quienes acabaron dando, digamos, una “plática extra” al contestar cada una de las interrogantes dirigidas a ellos.
Puedo resumir el sentir de los mexicanos en Houston con quienes platiqué, su intenso interés y su pesar por todo lo que acontece en México en una pregunta que plantea en los términos precisos sus intenciones: ¿qué podemos hacer los mexicanos desde Houston? ¿Cómo ayudar a que México libre esta etapa crítica de gobierno y salga adelante?
Más allá del “lamentómetro”, como dijo acertadamente una señora, ¿cuál es el siguiente paso? ¿Quiénes son los líderes que podemos apoyar?
Los mexicanos en Houston, y por extensión en las ciudades y estados que albergan a grandes comunidades de paisanos, están sedientos de información, análisis y estrategias a seguir en México, no quieren estar cruzados de brazos, tienen ya incorporada la cultura de la alta participación ciudadana que existe en Estados Unidos, ¿quién les va a calmar esa sed?
No entraré en detalles sobre todo lo que se dijo en el evento, lo que me interesa resaltar es el ángulo específico del interés que existe allende la frontera por saber y actuar, como mexicanos y ciudadanos, en favor de México y la escasa o nula presencia de alternativas para ellos: no les hacen caso los partidos políticos mexicanos y, por otra parte, tienen muchos problemas para tramitar y obtener sus credenciales de elector en los consulados.
Hay un área de oportunidad muy grande entre los mexicanos en Estados Unidos entre los medios de comunicación independientes, analistas, periodistas y comentaristas, para acercarse a ellos, tomarlos en cuenta por la importancia que tienen como comunidad y escucharlos y darles voz.
Están sedientos, en una palabra, de saber más sobre México y que los mexicanos de este lado no nos olvidemos de los mexicanos del otro lado de la frontera.
Quien lo haga, se llevará la grata sorpresa de su fina cultura cívica, sus conocimientos de la situación política y, sobre todo, de las ganas de participar e influir sobre lo qué pasa en su país de origen.
Ya quisiéramos en México ver esas mismas ganas de participar cívicamente como entre los mexicanos en Houston.
Los mexicanos nos quedamos atrapados en el “lamentómetro” de los chats de WhatsApp y de ahí no salimos.
Ahí están las comunidades de millones de mexicanos en Estados Unidos para quien las quiera conquistar, en el buen sentido de la palabra. Son ciudadanos que ya probaron otra cultura política del voto activo y la alta participación ciudadana y que se preguntan: ¿qué podemos hacer por México desde Houston? O desde Los Ángeles, Chicago, Nueva York…
Ojalá sepamos aliviar su sed de democracia.