- Parece que no hay un plan serio para garantizar agua a Monterrey hasta 2050.

Por Efraín Klériga
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Al llamado nuevo Plan Maestro para garantizar agua hasta el 2050 en Nuevo León le falta dinero, agua, permisos para usar derechos ajenos y, un proyecto bien hecho.

El plan expuesto es un margallate poco comprensible que muestra ocurrencias del señor gobernador de Nuevo León, Samuel García, y no un proyecto bien estructurado.

O don Samuel compra muy barato o no ha costeado que con “alrededor de 25 mil millones” no le alcanza para 132 pozos de baja profundidad, 20 pozos profundos, un sistema de administración inteligente del agua.

Eso, y una presa, cuatro plantas tratadoras, una desaladora en Matamoros y tres acueductos, uno desde El Cuchillo, otro desde el Pánuco, y otro más desde la Presa Vicente Guerrero.

Lo primero que salta a la vista es que no conoce el requisito que se pactó en los años 90 para sacar más agua de El Cuchillo, al terminó de la llamada Guerra del Agua Nuevo León-Tamaulipas.

El acuerdo dice que el agua en El Cuchillo es de Tamaulipas, que Nuevo León puede disponer de 350 millones de metros cúbicos por año, si regresa a Tamaulipas 189 millones Mm3/año de agua tratada del río Pesquería.

La actual línea del acueducto bombea desde El Cuchillo unos 170 Mm3/año, para duplicarlos, se deben mandar el agua del Pequería al Bajo San Juan, pero esa agua no existe.

Nuevo León y la CNA no cumplieron los acuerdos, no se construyó la tratadora, ni el canal para derivar, y la presa donde se almacenaría, Las Blancas, quedó en una derivadora.

Además, toda el agua del Pesquería, aún con lo contaminada que está, es utilizada por agricultores de Nuevo León, sin concesiones, y ya no dejan ni una gota.

El plan de Samuel también incluye sacar agua desde la presa Vicente Guerrero en Tamaulipas, la cual actualmente tiene el 20 por ciento de sus nivel de agua máximo ordinario.

Las aguas de esta presa que ha tenido baja recarga en los últimos años, es de Ciudad Victoria y de los distritos de riego de la cuenca del río Soto La Marina y no la van a regalar.

Samuel García dice que ya acordó con Andrés Manuel López Obrador (cuyo decreto para brindare agua a Monterrey es insuficiente) y con el próximo gobernador, el morenista Américo Villarreal Jr.

Pero eso no basta porque los dueños del agua no son López Obrador, ni la CNA, ni Américo Villareal, y en cuanto los regantes sepan que les van a quitar su agua, no se van a dejar.

El punto tres del Plan, en la web del gobierno de Nuevo León, dice: “Construcción de una obra de toma sobre la corriente del Río Pánuco y conducirla por bombeo hasta Monterrey, mediante un acueducto de 500 km”.

Monterrey VI preveía una obra de toma en el Tampaón, afluente del Pánuco, y un acueducto de 387 kilómetros hasta Cerro Prieto, desde donde se derivaría a Monterrey con las obras ya existentes.

Con los 25 mil millones no alcanza ni para un acueducto desde la Vicente Guerrero, el cual tendría que recorrer unos 250 kilómetros y subir casi 400 metros sobre el nivel del mar.

Menos alcanza para los 500 kilómetros del acueducto desde el Panuco, que en su paso por Tamaulipas está de 80 a cero metros sobre el nivel del mar, además que el cauce principal está contaminado.

Lo que aparenta es que Samuel necesita revivir Monterrey VI, obra estimada en 46 mil Mdp y no lo quiere decir, porque él hizo campaña contra esta obra.

Y de la desaladora luego hablamos, porque Matamoros está a 300 kilómetros y una desaladora es una obra muy cara, porque además de quitarle la sal al agua, se debe darle un uso a la salmuera.

Samuel debe contratar ingenieros hidráulicos que sepan lo que hacen, conozcan las regiones hidrológicas, porque su plan actual es de agua y se va a ir al agua.