El próximo domingo, ya muy entrada la noche, sabremos quién ganó. El reloj electoral está por marcar la hora de la verdad. Las urnas dictarán sentencia: unos ganarán otros perderán. Surgirán nuevos héroes y morirán muchos proyectos políticos. Así es en la democracia: se gana y se pierde.
Han sido campañas intensas y llenas de novedades. Una auténtica guerra de estrategias. Ha habido de todo: sangre, dolor y lágrimas. 47 candidatos asesinados en todo el país. Feroces tácticas de guerra sucia en las redes sociales. Debates donde dominaron los ataques y no las propuestas. Decenas de encuestas que avisaron anticipadamente quienes serán los presuntos ganadores. Millones de spots en radio y televisión. Traiciones y trapos sucios exhibiendo las miserias de la política. En pocas palabras, hemos sido testigos de una democracia de baja calidad.
La elección de presidente de la república es la que más provoca interés e incertidumbre. Pero a nivel local también hay gran efervescencia, partidos y candidatos se mueren de nervios por saber si les espera la gloria o la humillación de la derrota.
Nadie tiene una bola de cristal para ver el futuro, pero aun así muchos se atreven a hacer profecías. Por lo general son predicciones que reflejan tendencias dominantes que reportan las encuestas.
Así que a continuación hagamos un recorrido y revisemos lo que puede ocurrir el próximo domingo.
En lo local.
Se ha observado un crecimiento en las preferencias electorales en favor de la coalición “Juntos Haremos Historia” que lidera Andrés Manuel López Obrador. El carisma y liderazgo del tabasqueño ha beneficiado a muchos de los candidatos de Morena que compiten por alcaldías y diputaciones en nuestro estado. Es de esperarse que obtengan buenos números. De manera destacada se ha visto favorecida la fórmula que compite por el Senado de la República y que encabeza Primo Dothe Mata. Esto hace suponer que Morena podría quedarse con el primero o segundo lugar en esta disputa.
Ante un posible resultado como éste quien se ve amenazado con la derrota es el PRI y sus aliados (el Verde y Nueva Alianza) ya que la otra coalición “Por México al Frente” (PAN, MC, PRD y PT) han logrado penetrar con mayor profundidad entre el electorado.
En la competencia por las diputaciones federales el PRD, PAN y MC (Que son aliados) podrían ganar en el II, III, IV, V, VI y VII distritos. El distrito I con cabecera en Matehuala está muy reñido entre la candidata del PRI y el candidato de Movimiento Ciudadano.
En cuanto a las presidencias municipales más importantes y con mayor número de electores se perfilan los siguientes ganadores: Matehuala para el Verde Ecologista, Soledad de G.S. para el PRD, la ciudad capital para el PRD, Rioverde PAN, Ciudad Fernández PAN, Ciudad Valles PRI, Xilitla muy disputado entre PRI y Nueva Alianza, Aquismón PRI, Tamazunchale PAN, Villa de Reyes PRI o PRD y Mexquitic PRI.
En estos municipios votan poco más del 60% de los electores de la entidad. Sus resultados pintarán el nuevo mapa político de San Luis Potosí.
Con respecto a las diputaciones locales de mayoría el pronóstico es que el PRI gane 4 posiciones, el PAN 5, PRD 5, Verde Ecologista 1. Con estos números el próximo Congreso Local se conformaría con: 7 diputados del PRD (dos por la vía plurinominal), PAN 7 diputados (dos por la vía pluri), Movimiento Ciudadano un diputado plurinominal, Verde 2 diputados (uno plurinominal), Conciencia Popular uno pluri, PT uno pluri, Encuentro Social uno plurinominal, Nueva Alianza uno pluri, Morena uno pluri y el PRI 5 diputados, uno por la vía plurinominal.
Elección presidencial.
Andrés Manuel López Obrador tiene un 90% de probabilidades de triunfar en la elección presidencial. Todas las encuestas así lo marcan. Durante todas las etapas del proceso electoral siempre estuvo a la cabeza. Sus adversarios nunca pudieron alcanzarlo. Fue el candidato que mejor comunicó su mensaje de campaña: Provocar un cambio para acabar con la corrupción, la injusticia y la impunidad. Ha prometido construir el cielo en la tierra y millones le creen. Si cumple o no eso ya es otro tema.
López Obrador y sus estrategas entendieron perfectamente que esta campaña era una consulta para elegir entre dos alternativas: continuidad o cambio. Morena y su candidato lograron posicionarse como los portadores del cambio.
Otro acierto de AMLO fue apropiarse y manipular el sentimiento de irritación que fermenta en el corazón de millones de electores. Oportunamente el tabasqueño se construyó como el candidato antisistema y el vengador de los agravios y excesos cometidos por la Mafia del Poder.
A lo largo de la campaña el candidato de Morena fue adquiriendo un blindaje a prueba de balas. Todo se le resbaló. Por más ataques que le recetaron nunca le hicieron perder puntos.
La estrategia de meter miedo a los electores tampoco funcionó. Es más fuerte el sentimiento de indignación hacia el PRI y PAN que el terror que intentaron meter a los electores.
En la etapa final de la campaña Anaya y Meade siguen enfrentados en una feroz lucha por el segundo lugar. Empeñados en destruirse mutuamente no abandonan la pelea. Los dos le apuestan a beneficiarse del “voto útil”. Saben que un 55% de los electores no quiere que gane AMLO. Pero resulta que la intención de voto antipeje está dispersa, fragmentada. Una parte quiere votar por Meade y otra por Anaya. Sin embargo para ganarle al Peje debe haber solo un competidor claramente colocado en el segundo lugar para que se justifique pedir a los electores un voto utilitario, estratégico, que impida que AMLO gane la elección presidencial.
¿Qué esperar entonces para el próximo domingo? Para unos, honor y gloria. Para otros, la muerte política.